ℕ𝕠𝕥𝕒𝕤 𝕕𝕖 𝔸𝕡𝕠𝕪𝕠

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Jirou abrió poco a poco sus ojos debido a los rayos del sol que se filtraban por los pequeños espacios de las cortinas de su ventana

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Jirou abrió poco a poco sus ojos debido a los rayos del sol que se filtraban por los pequeños espacios de las cortinas de su ventana. La luz matutina danzaba en su habitación, creando patrones luminosos sobre las paredes y el suelo. La chica gruñó un poco mientras se estiraba, sus músculos despertando lentamente después de una noche de profundo descanso. Ayer, apenas tocó su cama, cayó rendida y se durmió al instante. Sin embargo, ahora se sentía renovada, como nueva prácticamente, lista para enfrentar el día con energía.

La joven heroína se levantó de su cama, sus pies descalzos tocando el suelo frío, y se dispuso a salir para ir a desayunar y comenzar el día. Hoy sería un día libre sin clases, un regalo que debía aprovechar al máximo. Salió de su habitación, cerrando la puerta suavemente detrás de ella, y comenzó a caminar por los pasillos tranquilos de la residencia. Al llegar a la cocina, encontró a algunos de sus compañeros ya reunidos: Midoriya, Iida, Tsuyu y Tokoyami.

"Buenos días," saludó Jirou, su voz suave pero cargada de la calidez de la rutina compartida.

"Buenos días," respondieron todos en un coro amistoso, sonriéndole brevemente antes de volver a sus propios preparativos matutinos.

En silencio, Jirou se dirigió a la despensa y comenzó a preparar su desayuno. No quería nada complicado, solo un cereal con varias frutas picadas en él. Mientras cortaba las frutas, sintió una presencia familiar entrando en la cocina.

"Buenos días," la voz de Todoroki resonó en la entrada de la cocina, calmada y serena.

"Buenos días," todos dijeron al unísono, levantando brevemente la mirada antes de continuar con lo suyo.

Jirou miró de reojo al chico, observando atentamente cómo caminaba. Quería asegurarse de que su pie derecho, que había estado lastimado, ya estuviera mejor. Al ver que Todoroki caminaba con normalidad, sin cojear en lo absoluto, dedujo que estaba recuperado. Eso era un alivio. Luego, con normalidad, volvió a concentrarse en su tarea de picar frutas.

La mañana pasó con bastante normalidad. Después de desayunar, Jirou siguió con su rutina diaria: darse un baño y organizar su habitación. Las horas fueron deslizándose con la habitualidad de los días tranquilos, y Jirou se mantuvo en su habitación practicando con algunos de sus instrumentos. Tenía letras de canciones que quería seguir escribiendo y deseaba ensayar algunas notas con la guitarra. La música llenaba el espacio, sus dedos moviéndose con destreza sobre las cuerdas, cuando el sonido de la puerta de su habitación la interrumpió.

"Pase," Jirou mencionó sin más, su voz cortando el flujo de la melodía. La puerta se abrió lentamente, revelando a su amiga e interés romántico, Momo, entrando con una sonrisa suave.

"¿Practicando?" preguntó Momo mientras cerraba la puerta detrás de ella, sus ojos brillando con interés.

"Un poco, ¿ocurre algo?" Jirou preguntó curiosa, dejando la guitarra a un lado y centrando su atención en la visitante. 

Armonía Disonante (Todoroki x Jirou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora