El amor es un sentimiento tan complejo como poderoso, capaz de ofrecer tanto felicidad como sufrimiento. Kyoka Jirou se encontró inmersa en la faceta más dolorosa de este sentimiento, el amor no correspondido. Descubrió que esta experiencia puede se...
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El sábado finalmente llegó, trayendo consigo el día de la esperada gala. Hoy sería un día crucial donde varios héroes e invitados se reunirían en un lugar específico para discutir temas relevantes al mundo heroico. La gala estaba programada para las ocho de la noche, y se esperaba la asistencia de numerosos héroes, tanto conocidos como desconocidos. Entre ellos estarían Todoroki y Jirou, acompañados de sus amigos Midoriya y Momo. Todo estaba preparado para la noche, y nada parecía indicar que algo saldría mal. Sin embargo, Momo, aunque feliz y emocionada por esta oportunidad, no podía evitar sentirse nerviosa, y su ansiedad se hacía más evidente con el paso de las horas.
Momo quería que todo saliera perfectamente y no deseaba arruinar esta noche especial. Anhelaba dar una buena impresión frente a Midoriya y temía que él pudiera cambiar su percepción de ella si algo salía mal. Aunque había pasado tiempo con él en la escuela, la perspectiva de pasar la noche juntos en un evento tan importante y con la presencia de sus padres la ponía nerviosa. No eran más que amigos, pero la idea de que Midoriya conociera a sus padres la inquietaba. Esperaba que sus padres lo vieran como lo que realmente era: un chico dulce y amable.
Midoriya, al igual que Momo, también estaba muy nervioso. No quería arruinar las cosas en la gala ni causar algún desastre debido a su torpeza. Su principal temor no era tanto por su propia imagen, sino por la de Momo. No quería que ella pasara vergüenza por su culpa y deseaba estar a la altura de alguien como ella, al menos un poco. Lo que más le preocupaba era el baile. En este tipo de galas, había momentos destinados a bailar en pareja, y Midoriya no estaba seguro de si se le daría bien. Prefería que Momo no quisiera bailar para evitar esa inseguridad, pero no lo sabría hasta que llegara el momento.
Jirou, en cambio, estaba mucho más tranquila. Aunque sentía algo de nervios, no era tan exagerado como en el caso de Momo. Sabía que sería la acompañante de Todoroki y estaba perfectamente cómoda con eso, ya que eran amigos. El hecho de conocer al padre y la hermana de Todoroki no la volvía loca de nervios; lo veía como conocer a los familiares de un amigo. Solo necesitaba mostrar una buena actitud y modales, algo que sabía hacer bien.
Todoroki tampoco estaba nervioso. Este tipo de eventos no eran de su agrado, y no encontraba nada especialmente impresionante en ellos. La única diferencia esta vez era que iría con Jirou, pero fuera de eso, todo era igual. No le preocupaba que ella conociera a su padre y hermana, ya que confiaba en que todo estaría bien. Lo único que le preocupaba era si Jirou se sentiría cómoda con Momo y Midoriya rondando por ahí. Si surgía algún problema, intentaría animarla, como siempre lo había hecho. En resumen, esperaba que no ocurriera nada fuera de lo común y que la gala fuera como siempre: sin emociones y sin nada interesante para él, algo tranquilo.
"Bien, el vestido ya está listo para esta noche," murmuró Jirou para sí misma, colgando con delicadeza el vestido recién planchado en su habitación. Observó el atuendo por un momento, admirando los detalles, pero sin sentir realmente la emoción que normalmente acompañaría una ocasión tan especial.
