Rayemma Week 2024

Our Wedding

Se encontraban viendo el atardecer en la playa, mientras comían en el restaurante en donde les gustaba cenar cuando visitaban aquel lugar. Cumplían cuatro años siendo novios, Ray quería que ese día fuera especial para ambos ya que ese mismo día tenía pensando darle una sorpresa a su adorada novia Emma.

                                      __

Se conocían desde muy pequeños, conocían absolutamente todo del otro, era obvio que iban a terminar siendo pareja, todos lo veían venir, incluso aquel albino que en su adolescencia se encontraba profundamente enamorado de aquella pelinaranja de ojos verdes, pero con el tiempo logró aceptar que aquella chica no era para él, le molestaba en aquellos tiempos, claro, pero ahora era fan #1 de aquella relación que sus dos mejores amigos tenían.
En su adolescencia empezaron a sentir atracción por el otro, al inicio pensaron que solo era una tontería que pasaría rápido, pero aquello que llamaban "tontería" nunca se fue a pesar de que ya pasaron años.
El chico azabache adolencente se encontraba desesperado por su gran deseo de que aquel extraño sentimiento que sentía por su mejor amiga se vaya, no podía enamorarse de la misma chica que le gustaba a su mejor amigo. Se decía a sí mismo que Emma y Norman harían una gran pareja, pero eso en el fondo le dolía, en el fondo deseaba poder estar con ella de la misma forma en la que su corazón le pedía a gritos estar, de esa forma en la que dos personas se aman y viven felices con el otro. ¿Pero qué pasaba con él? Esto no iba para nada con el azabache amargado que todos conocemos.
Por otro lado, una chica pelirroja muy amable con la gente, veía de una forma nueva a su mejor amigo, no entendía que era, simplemente se le hacía más atractivo. "¿Desde cuándo Ray se volvió más guapo?" Se preguntaba. ¿Qué diablos sucedía con ella? No podía parar de mirar a el amargado de su amigo, sin darse cuanta su mirada estaba puesta en él, y aquel chico no era tonto como para no darse cuenta.

-¿Por qué me miras tanto?- Preguntaba algo incómodo al ser observado de tal forma. Que rara era su mejor amiga, pensó.

-Eh? Ah eso, solo estaba pensando, perdón- Volteó su mirada hacia otro lado, ni ella misma sabía porque miraba tanto a Ray, lo hacía inconscientemente para luego pensar en que tenía su mejor amigo, ¿por qué estaba tan diferente? ¿Acaso se cortó el pelo? No no no, no puede ser eso, entonces ¿qué es?

Después de un tiempo nuestra lenta pelirroja se dio cuenta que estaba enamorada de su adorable mejor amigo, Ray. Por un tiempo los dos estuvieron luchando con eso hasta que uno de ellos, obviamente Emma, decidió dar el primer paso que dio inicio con una hermosa relación.

                                    __

Mientras comían Ray recordaba aquellos tiempos en donde eran dos tontos adolescentes enamorados. Recordó la vez en la que se animó a invitar a Emma a una cita, su primer cita, al inicio pensó que todo iba a ser un fracaso por todos los problemas que ocurrieron, pero a pesar de eso las risan no faltaron. No fue la mejor cita, pero lo disfrutaron mucho.

En el bolsillo de su pantalón tenía guardado una cajita que contenía un anillo, anillo que esa misma noche le iba a dar a su amada para pedirle matrimonio. Estaba nervioso, muy nervioso, pero a pesar de eso sabía que Emma lo amaba, ella misma se lo ha demostrado infinitas veces, sabía que no lo iba a rechazar, pero entonces ¿por qué se encontraba sudando como un loco?

-Oh Dios mío, Ray. ¿Te encuentras bien? Estás todo empapado de sudor- miró a su novio con preocupación, ¿estará enfermo? ¿Qué le pasaba?- Si no te encontrabas bien me hubieras dicho, no era necesario venir hasta acá para pasarla bien, sabes que no importa donde estemos, mientras los dos estemos juntos la pasaremos genial- Intentó animarlo. Sabía que él era capaz de venir enfermo para que ella la pasara bien.

-Estoy bien, no te preocupes, solo me comí algo picante, eso es todo- Intentó calmarla. Logró relajarse un poco, había arruinado el momento para pedirle matrimonio, pero no se rendiría, algo que Emma le había enseñado era no rendirse por lo que ama, así que decidió que al salir del restaurante le iba a dar ese anillo y luego serían esposos, eso es, no iba a desperdiciar un día como este.