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Estaba cursando su último semestre de la carrera, solo un poco más y estaría dando el primer paso para llegar al espacio.
Tenía que dar lo mejor de sí, estaba cansado, claro, mantener el mejor promedio de su generación en la carrera de ingeniería aeroespacial no era una tarea fácil, y también mantener la beca que junto a Jimin obtuvo tampoco era fácil, pero ver todo su esfuerzo y ser el orgullo de su Hyung era más que suficiente, él podía aguantar 3 meses más, Tae lo podía hacer.

Ese día en particular estaba muy feliz por qué Jin le había dado la gran sorpresa que estaba llegando al aeropuerto para poder quedarse con él durante los tres meses que le faltaban para terminar su carrera y poder graduarse, agradecía que su hermano había encontrado un buen trabajo, la paga era muy buena y le dieron muy buenas vacaciones después de trabajar años ahí, también agradecían que su abuelo materno -el cual nunca conoció- les dejara una buena herencia, no sabían que la familia de su difunta madre tenían dinero, "pequeños" detalles que su padre les ocultó.

Y aunque Jin siempre se mantenía al tanto con los gatos económicos, Tae siempre trataba de gastar lo menos que podía y también ganar  un poco al llevar un trabajo que consistía de hacer trabajos para sus compañeros universitarios, tareas y proyectos, él quería dinero y tenía inteligencia, sus compañeros tenían dinero y no tenían inteligencia, solo personas con dinero que estudiaban para poder hacer que sus padres los dejaran de molestar y darles lo que ellos querían, un título universitario, él solo aprovechaba de su brillante cabeza y conseguía buena paga por ello.

El apartamento que tenían junto con Jimin lo mantenían gracias a que los dos se dividían los gastos, y aunque Jimin venía de una familia adinerada decidió quedarse con su amigo en ese pequeño pero acogedor apartamento, nunca lo dejaría solo, y aunque muchas ocasiones le dijo que se mudarán a otro lugar más amplio y que él lo pagaría, Tae simplemente se negaba.

Él siempre estuvo muy acostumbrado a no tener mucho, lo poco con lo que creció le enseñó a valorar las cosas, ver a su hermano matarse en el trabajo después de reencontrarse en su adolescencia para darle una vida más o menos buena, bueno no tan buena pero él estaba bien con eso, y eso lo llevó a mostrarle a su amigo que el dinero se valora y los esfuerzos de sus familiares también.

Debía dar lo mejor de sí para sí mismo.

"¡Tae!"

No se detuvo, no quería hacerlo, estaba tan feliz como para detenerse y ver como le arruinaban el día.

"Tae... ¡No me ignores joder!" Solo siguió de largo hasta que sintió como una mano lo tomaba de la muñeca con demasiada fuerza, "Kim" nunca le gustó que le hablara por su apellido. "Te he dicho muchas veces que nunca me ha gustado que me ignores, ¿Porque lo sigues haciendo?"

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