[THE FRENCH KISS INCIDENT]

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Yari no yuusha.

— Padre, ¿Quieres hablar?

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— Padre, ¿Quieres hablar?

Naofumi y Motoyasu se hallaban finalmente solos en una habitación compartida.

Yukki, Kou y Sakura dormían tranquilamente en un cuarto aparte debido a la falta de establos.

Esa noche había terminado caótica gracias a un juego de mesa que Naofumi encontró en su closet. Un tablero de Oca que daba retos cuestionables cómo abrazar a otros jugadores o besarlas.

Y ese último reto le tocó a Naofumi si quería ganar el juego.

Fue la misma razón por la que el Héroe del Escudo terminó el juego tajantemente. Motoyasu había sido la persona que debía besarlo.

Y no era un beso inocente lo que debían darse. Explícitamente el juego ordenó un beso francés.

Algo muy fuera de las ligas de Naofumi.

— ¿Estás molesto? – Motoyasu preguntó, preocupado de ver a su querido salvador dándole la espalda.

Si Naofumi todavía no se atrevía a verlo a la cara, era por el bochorno que todavía sentía en su rostro al recordar lo sucedido minutos atrás.

— No... Puede que todavía me sienta sorprendido por tu facilidad de acceder al reto. Y encima frente a los niños. – Naofumi se cubrió el rostro con una de sus manos, bajando la voz cada vez más. Cómo si estuviese reflexionando.

La realidad es que ese hubiera sido su primer beso.

— ¡Yo digo que no había problema! Era para darte la victoria y terminar el juego cómo deseabas. – La voz alegre de Motoyasu minimizó el tema. — Además, considero un honor haber sido elegido por el destino que el juego me pidiera a mí esa tarea.

— ¡Aún si lo dices así...! – Naofumi finalmente se volteó para confrontar al cazador. Seguía rojo de la vergüenza. — Un beso francés...

No quería terminar la frase.

— Padre, ¿Tanto te desagrada que haya sido yo? – Motoyasu trató de ser sutil. Pero la inseguridad en sus palabras hizo que no tuviera éxito.

— ¡No, no es eso! – Con pasos apresurados, Naofumi se acercó a Motoyasu y lo tomó de los hombros. — ¡Sólo fue incómodo porque los niños estaban viendo!

— ¿Quieres decir que si intento besarte ahora no vas a retroceder?

Naofumi se quedó pasmado en su lugar. Al confrontar el rostro serio del cazador, sabía que no estaba bromeando.

— ¡Perdón! – Motoyasu se corrigió de inmediato al ver miedo en la cara de Naofumi. — ¡Eso fue muy insolente de mi parte! ¡No quise ofenderte, Padre!

— ¡No entres en pánico, no estoy molesto! – Naofumi, todavía sujetando de los hombros a Motoyasu, dejó que sus manos fueran a las mejillas del cazador. — Solo sigo sin entender.

[NAOYASU ONE-SHOTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora