Capítulo 4...

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Necesitaba una alegría al cuerpo, y la iba a encontrar en David, era alto, guapo, con una mirada intensa que parecía descubrir todos los pensamientos de Leonie. Después de las clases se fue a comer a casa y se preparó para la tarde, no estaba segura de que pasara algo, según como se desarrollara los acontecimientos. No se volvió a encontrar con Raúl, solo con sus otros dos compañeros de laboratorio, Lucas y Hugo que eran dos chicos encantadores, y pareja.


- Sois pareja ¿verdad?-. Leonie no se cortaba un pelo.

- Caray, con la niña. ¿Tanto se nos nota?-. Pregunto Lucas, el chico que tenía el pelo rubio platino.

- Os miráis de una forma, que da hasta envidia. Se nota que estáis enamorados-. Leonie suspiro como una adolescente y rieron a carcajadas.

- Pues sí, estamos enamoradísimos-. Hugo tenía el pelo negro, con las puntas teñidas de fucsia.

- Hugo, tienes que llevarme a tu peluquería-. Dijo Leonie tocándole las puntas.

- Por supuesto encanto, cuando quieras-. Sonrieron.

Leonie estaba encantada con esos dos chicos y después de terminar de arreglarse se despidió de su familia.

- No sé a la hora que llegaré, mando un mensaje con lo que sea-. Le dio un beso a cada uno y salió de su casa.


Era temprano todavía así que decidió ir a su cita andando, disfrutó del paseo, porque llevaba tiempo sin andar por su ciudad, paró en escaparates de tiendas que habían abierto nuevas, entró en algunas y por fin, llego a su destino.

- Hola-. Leonie saludo a David con dos besos.- Perdona el retraso, es que la ciudad ha cambiado un poco en estos cinco años-. Sonrió mientras se sentaba.

- Es verdad, vienes de Londres. Pensaba que eras de allí-. David bebió de su cerveza.

- No exactamente, soy de aquí-. Aclaró Leonie.- Pero por cuestiones personales me fui a vivir a Londres con quince años.

- ¿Desea tomar algo?-. El camarero pregunto.

- Un tercio, gracias-. Respondió ella.

- Tu nombre tampoco ayuda a aclarar las cosas-. David sonrió.

- Lo sé-. Rieron juntos.- Verás mi padre es inglés y mi madre es española. El nombre me lo puso mi abuelo paterno, que era francés, y decía que yo tenía que ser luchadora como una leona, así que Leonie-. Sonrió y le llegó su bebida, limpió la parte de arriba y bebió directo de la botella.

- Cada vez me pareces más interesante Leonie-. Chocó su cerveza con la de ella y volvieron a beber mientras se miraban.- ¿Acertó tu abuelo al ponerte el nombre?

- Eso dicen-. Le guiño un ojo y siguieron charlando.


- Leonie, me siento muy bien contigo. Parece que nos conocemos de toda la vida-. Dijo David mientras se levantaban.

- No me extraña, nos hemos contado la mitad de nuestras vidas-. Rieron.

- Tienes razón, pero no es solo por eso. Eres una chica muy madura, muy directa. No te andas por las ramas-. La miro fascinado.- ¿Quieres que tomemos la última en mi casa?

- Mmm...-. Leonie miro el reloj, era temprano.- Sin sexo por favor, no quiero llegar muy tarde a casa, otro día ya nos metemos en faena-. Volvieron a reír.


- No serás virgen ¿verdad?-. David se sentó con ella en el sofá.

- Tranquilo, no eres el primero.- Leonie bebió agua, ya se había tomado dos cervezas en el bar.

- Bien-. David suspiro tranquilo, lo habría querido preguntar antes de traerla a casa, pero se sentía muy a gusto con ella. Era inteligente, ingeniosa, divertida, tenía buena conversación, si en la cama tenía la misma cantidad de cualidades le había tocado la lotería.- Bueno, yo busco solo sexo, de vez en cuando. Cuando tú quieras, cuando yo quiera.- La miro.

- Sí, yo también-. Leonie le devolvió la mirada.- Solo pongo dos condiciones.

- Dime-. David bebió un poco de vino.

- Libertad y respeto-. Analizó su reacción.- Es decir, si quisiera que me controlaran tendría novio, no te debo fidelidad, ni tú a mí, puesto que no somos pareja, no nos une un sentimiento.- David asintió.- Pero si estoy con otras personas te voy a respetar.

- Mmm... me parece que no te entiendo-. David enarco una ceja.

- Quiero decir que si metes el cable en otro enchufe, sea con protección.- David casi se atragantó con la comparación de Leonie, ella sonrió dulcemente.- Póntelo, pónselo. Always.

- Tranquila, siempre uso protección y por la libertad, es evidente-. Le cogió la mano y le dio un beso en los dedos.- Solo te pido el mismo respeto.


Leonie estaba ya en la puerta cuando se giró para mirar a David, se acercó a él y cuando este creía que le iba a dar un beso, le dijo en el oído.

- Espero también que no te pongas cachondo cada vez que te diga profesor en clase-. Rió levemente y le dio un beso en la comisura, pero antes de poderse alejar, David la agarro de la mano, tiró de ella y la beso profundamente.

- Eso espero yo también.- Dijo contra los labios de Leonie.- Buenas noches.


Cuando llego a su casa Leonie saludó a su familia, se dio una ducha rápida y ceno con ellos, no había mirado el móvil en todo la tarde, así que tenía miles de mensajes. Primero habló con Beth, tenía nuevo novio, nunca comprendería a esa chica, que ganas de amarrarse. Después habló con Peter, para que se soltara con el español, a continuación habló con Claire, decía que la echaba de menos, que Londres no era lo mismo, y que algunos chicos preguntaban por ella. Por último habló con Matt, le pregunto si podía pasar unos meses en su casa, pues venía para mejorar su español.


Para Raúl, la tarde resulto bastante placentera, después de que el profesor García lo pusiera en el grupo con Leonie, Hugo y Lucas, se encontró con unas francesitas bastante fogosas, quiso compartir una con su amigo José, pero no comprendía porque su amigo prefería la castidad y beber los vientos por una chica. Que ganas de atarse a una persona, habiendo tantas en el mundo, y con este pensamiento se decidió por una francesita y fue a conocer el piso donde vivía, la cocina en la que comía y la cama en la que dormía.

>> ¿Qué tal con la francesa?

<< Genial José, esa poco va a dormir esta noche pensando en mi.

>> Que fantasma eres. El día que te enamores, ya verás.

<< No tengo la mínima intención de hacerlo.

>> Por cierto, ya me enterado de lo de la chica sin nombre.

<< Anda calla, cada vez que lo recuerdo se me pone dura. Puso objeciones a García, a García.

>> ¿Por eso se te pone dura?

<< Por el carácter que tiene, dice lo que piensa, es directa, no anda con medias tintas. Me la imagino en la cama y ¡uff!...

Hasta que me conocisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora