Capítulo 8...

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- La dichosa pregunta-. Leonie cogió su café y le dio un sorbo, noto la espuma encima de su labio y se paso la lengua distraídamente.- Bien, te lo diré.

- Te escucho-. Dijo Raúl mientras se movía incómodo en su asiento.

- Recuerdas que en 3º ESO me pediste salir ¿verdad?-. Raúl asintió.- Recuerdas también, que fue cerca de final de curso-. Raúl volvió a asentir.- Que no te hizo falta insistir mucho para que te dijera que sí. Era porque estaba embarazada.- Raúl abrió los ojos, y casi se le salieron de las cuencas.- Quise cargarte con el niño a ti, pero mis padres me mandaron a Londres para que tuviera al bebé, y allí lo he dejado con mi abuela Mary-. Leonie volvió a tomar otro sorbo de café.

- Estas de coña-. Raúl sonrió no del todo convencido.

- Sí, es mentira-.Leonie vio como el color volvía a la cara de Raúl.- Pero me has dicho que te cuente porque me fui a Londres. No la verdad de porque lo hice-. Leonie sonrió pícaramente.

- Pues cuéntame la verdad, mujer-. Raúl la miro.

- Eso no es asunto tuyo-. Contraataco Leonie.

- Tu misma lo has dicho, estábamos saliendo cuando te fuiste-. Sonrió.- Algo tendré que ver ¿no?

- Pues no, la verdad. Estaba aburrida de ver siempre las mismas caras-. Se encogió de hombros.- Pensé que sería buena idea terminar mis estudios en otro sitio. Relacionarme, abrir la mente-. Sonrió ampliamente.- Y lo que no es la mente, adquirir experiencia para el futuro-. La picardía brillo en sus ojos violetas.

- Interesante-. Raúl alargo la mano y le acaricio los dedos.- Estaría encantado de intercambiar experiencias contigo-. La miro.

- ¡Vaya! Que tarde es, nos vemos Raúl-. Leonie dejo unas monedas en la mesa y se levanto, cogió su móvil y mando un mensaje.


<< Nos vemos en tu despacho a última hora.

>> Aquí te espero.


Hablar con Raúl la alteraba y necesitaba descargar tensiones, así que después de la última clase fue directa al despacho de David.

- ¿Qué querías?-. David le ofreció asiento cuando entro.

- Pues follar-. Dijo Leonie simplemente.

- ¿Aquí?-. David soltó una carcajada.

- Aquí mismo-. Decía mientras se quitaba la ropa.- Los despachos siempre dan morbo-. Se acerco a David y lo beso.- Quiero hacerlo contigo en esta mesa-. Se sentó encima y atrajo a David.


- Travesura realizada-. David agitó la mano como si tuviera una varita mágica y empezaron a reír.

- Menuda ocurrencia David-. Dijo Leonie mientras se ponía la ropa.

- Es verdad ¿no?-. David se estaba poniendo los pantalones.

- Si-. Leonie sonrió.- ¿Sabes de algún gimnasio cerca?

- Detrás de la Universidad hay uno, pero si es para ti no te hace falta-. Se miraron.- Quiero decir que si seguimos con este ritmo, no necesitas más ejercicio.- Volvieron a reír.

Cuando salieron de la Facultad, David insistió en acercarla a casa. Después de comer y darse una ducha, recibió un mensaje de Matt.


>> Leonie, en dos semanas estoy allí. Tengo ganas de verte.

<< Yo también tengo ganas de verte Matt. ¡Ah! No te preocupes por el gym, cerca de la Universidad hay uno, voy a apuntarme esta tarde.

>> Good! Entrenaremos duro cuando nos veamos.

<< Lo necesito Matt, necesito liberarme.

>> ¿Otra vez Leonie? Vuelves a lo mismo.

<< Tengo que irme Matt, espero noticias tuyas. I love.

>> I love Leonie.


Definitivamente, llevaba tiempo sin practicar deporte, no tanto si al sexo se le consideraba deporte, pero deporte propiamente dicho, no practicaba desde que volvió de Londres. Allí entrenaba con Matt, hacía pesas, boxeo, spinning, aerobic, aquarobic, natación y ahora se le notaba.

- Menuda sorpresa-. Leonie se giro rápidamente al escuchar la voz de Raúl.

- Si, una muy grande-. Lo miro enarcando una ceja.

- Eres toda una caja de sorpresas Leonie, también haces deporte-. Sonrió al verla montada en la bicicleta estática.- Dime ¿tienes tiempo para poner en práctica tus experiencias?

- Para eso siempre hay tiempo-. Leonie se mordió el labio al ver al entrenador personal.- Robert ¿nos ponemos con algo más duro?

- Claro Leonie-. Espero a que bajara de la bicicleta.- ¿Qué te parece abdominales?

- ¿Cómo los ves?-. Leonie se levanto la camiseta y dejo al descubierto uno de sus tatuajes, mientras Raúl miraba la escena sin respiración.

- Bastante bien, pero hay que mantenerlos-. Le tocó los abdominales y le dio un golpecito.

- Ya nos veremos Raúl-. Leonie se bajo la camiseta y se fue con Robert.


Raúl se quedo allí parado intentando respirar calmadamente, pero no podía, Leonie hacía que su pulso se alterara cada vez que estaba cerca. La vio alejarse con Robert y deseo ser él el que lo ayudara con los abdominales, pero no iba a reconocerlo delante de nadie. Allí estaba Leonie, vestida con un short deportivo, una camiseta ancha que dejaba ver su sujetador, y su torso porque había anudado la camiseta, volviéndole a cortar la respiración con dos palabras y un gesto. Sacó su móvil.


<< Nos vemos esta tarde.

>> Bien cariño, te echaba de menos.

<< He estado ocupado, pero nos vamos a volver a ver más seguido.


Después de pasar la tarde más incómoda de su existencia viendo a Leonie practicar deporte, salió del gimnasio con el único objetivo de pasar la noche con una apasionada rubia de ojos verdes.

Hasta que me conocisteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora