Peter se acercó a su sobrino y lo abrazó, dejó que el niño escondiera su rostro en su pecho, sabía que había sido un golpe duro ver a Stiles de esa forma.
— Stiles esta bien, no pasa nada. Sus heridas fueron graves, pero su vida no corre peligro. — le dijo Peter mientras acariciaba el cabello de su sobrino.
— ¿De verdad? ¿Por qué hizo algo cómo eso? Si estaba herido, ¿por qué fue conmigo? ¿Por qué? — preguntó Derek casi desesperado.
— Derek, eres especial para ese idiota. — suspiró y rio levemente — Stiles me dijo que no podía fallarte, te prometió que estaría ahí ya que lo necesitabas. Esa fue una decisión que Stiles tomó, no fue tu culpa. Créeme cuando Mieczyslaw tiene algo en la cabeza no hay poder humano que pueda cambiarlo. — le dijo Scott revolviendo el cabello del menor.
— Es un idiota.
— En eso estamos de acuerdo. — dijo Peter más tranquilo. Él había estado aterrado cuando le dijeron que el castaño había sido herido, no podía perder a otra persona, por eso cuidaba tanto de Derek. Nadie le iba a arrebatar a las personas que amaba, no de nuevo.
— Vamos, Melissa dijo que podíamos verlo. — les dijo Chris mientras empujaba levemente a los Hale.
Derek fue el primero en entrar. Ahí estaba Stiles dormido, había vendas cubriendo su abdomen y el menor pudo notar las cicatrices en todo el cuerpo de su niñero. ¿Qué tanto había tenido que pasar para estar de esa forma?
— Tengo que admitirlo, es demasiado sexy. — dijo Peter tratando de calmarse. Ahí estaba Stiles, vivo y con ellos.
— Ugh. Que asco, tío Peter.
Los mayores rieron levemente al ver la cara de asco del menor.
Derek se sentó al lado de la cama y tomó la mano de su niñero, ya no estaba fría como antes ahora podía sentir la calidez que siempre emanaba ese cuerpo que solo lo fastidiaba.
Scott sonrió aliviado al ver a su amigo mejor.
— Iré a avisarles a los demás. Regresaré en un rato. — les avisó Scott antes de salir de la habitación.
— Gracias.
Chris suspiró y se recargó sobre la pared al lado de la puerta, por el momento no se acercaría.
— Les gusta Stiles, ¿no es así? — le preguntó Derek después de unos minutos.
— Sí. Nos gusta mucho. — le dijo Peter mientras quitaba unos mechones del rostro del castaño.
— ¿Por qué no le han dicho nada?
— Porque Stiles no estaba dispuesto a abrir su corazón, por lo menos no antes.
— ¿Qué ha cambiado?
— Tú. — el menor miró a su tío — Digamos que Stiles se ha vuelto un poco más accesible desde que convive contigo, se abre con los demás y esta dejando que otras personas entren a su vida.
— Entonces planean decirles sus sentimientos ahora que pueden.
— Quien sabe, a lo mejor. — le dijo esta vez Chris.
— Mmm... No lo lastimen, él sigue siendo mi niñero.
Los adultos sonrieron.
*
Derek se miró a su mismo. ¿Dónde estaba?
— Derek, ¿a dónde vas? ¿Por qué te fuiste?
— ¿Mamá?
Ahí frente a él estaban sus padres sonriéndole con cariño y ternura. Sus padres lo miraron y sin dejar de sonreírle dieron la vuelta y comenzaron a alejarse. Derek corrió desesperadamente detrás de ellos.
— ¡Papá! ¡Mamá! ¡No se vayan! ¡No me dejen solos! ¡No se vayan!
Cayó al suelo y las lágrimas corrieron por sus mejillas.
— Vamos, joven amo no puede quedarse todo el día en el suelo. — se burlaron de él.
Al levantar la mirada se encontró con Stiles y su sonrisita burlesca, el castaño estaba arrodillado frente a él.
— ¿Stiles? — ambos se levantaron.
El castaño sonrió y comenzó a alejarse también.
— ¡No te vayas! ¡No puedes dejarme tu también! ¡Mieczyslaw! ¡POR FAVOR!
*
Derek despertó agitado y un poco sudado.
— Ey, niño. El herido aquí soy yo, pero parece que tú te ves peor que yo.
El adolescente miró hacia arriba encontrándose con el rostro sonriente de Stiles. El menor no pudo evitarlo y abrazó al castaño con fuerza.
— Oye, oye me duele. — le dijo Stiles sin moverse, solo le dio suaves palmadas en la espalada al menor. Había un pequeña y casi imperceptible sonrisa adornando su rostro. Al final Derek solo era un niño.
— ¡Eres un imbécil! — le dijo Derek al separarse.
El adolescente se volvió a sentar y miró de manera seria a su niñero.
— Awww, el joven amo se preocupa por mí.
— ¡Claro que no! — sus orejas se enrojecieron — Solo que me da pereza encontrar a otro tonto que no pueda desobedecer a mi tío. Sabes que mejor quédate aquí.
— Oi mocoso.
Stiles tomó al adolescente por los hombros y paso su puño por el cabello del menor.
— ¡Suéltame!
Los demás rieron al ver esa escena. No entendían porque esos dos no podían ser honestos con lo que sentían, en realidad disfrutaban la compañía del otro y eran felices juntos.
— Es bueno volver a la normalidad. — dijo Theo con alivio. Nunca lo admitiría, pero casi pierde los estribos cuando Stiles se desmayó. Había visto a su compañero ser herido muchas veces, pero nunca lo había visto de esa manera y por un momento pensó que lo perderían.
Puede que Stiles no se diera cuenta, pero se había convertido en alguien muy querido dentro de la mafia Hale, a pesar de que se había "esforzado" por no crear vínculos con los demás.
— ¡Oh vamos! No estoy tan herido, salgamos de aquí. — dijo Stiles tratando de levantarse.
— ¡No! Aun no puedes ir a casa. — lo regañó Derek.
— Lo siento, Stiles órdenes del jefe. — le dijo Boyd con diversión al ver el rostro de fastidio del castaño.
— Ese Peter, solo queriéndome joder la vida.
— Más bien quiere joderte otra cosa. — susurró Derek.
— ¿Qué dices? — le preguntó Stiles al adolescente, que aprovechó para correr fuera de la habitación.
— ¡Voy por Melissa!
— ¡Ven acá, mocoso! — le gritó Stiles con fastidio.
ESTÁS LEYENDO
El Niñero de la Mafia
Fiksi PenggemarMieczyslaw Stilinski, un pandillero joven, termina convirtiéndose en parte de la mafia Hale. Unos pocos años después el líder le pide cuidar de su sobrino. Lo que jamás imaginó es que terminaría convirtiéndose en alguien importante para el niño y p...