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Tsukishima Kei.

Yamaguchi no me deja en paz. No es que lo odie o no lo soporte, sino que a veces simplemente quiero paz y silencio (como hoy) y él sigue hablando.

Tampoco le dire que deje de hablar porque se que es algo que a él le encanta (y como buen amigo lo "escucho") así que no seré tan cruel como para decirle 'Cállate, Yamaguchi, déjame en paz'.

—Y entonces mi madre me dijo que le había dicho a la mamá de su amiga que no tenía nada que ver con él. ¡La acusaron de amante! ¿Lo puedes creer?

Él notó mi silencio y sacó su "bento" y al abrirlo era una tarta de fresa.

Mire disimulada mente a Yamaguchi y él desviando su mirada de mi comió una porción de la tarta y mi corazón casi se rompe... es broma.

Si no me daría pues me compraría yo uno más tarde. Mire a la ventana como la gente gritaba cosas raras y asquerosas.

—¿Tsukki?

Mire a Yamaguchi con un pedazo de tarta en el la cucharilla esperando para dármelo. Abrí mi boca y Yamaguchi me dio la tarta.

—¿Cómo sabe? —yo masticando la tarta me encogí de hombros dando a entender que estaba rica —. Que bueno que te gusto, la prepare yo.

¿Que la hizo él? Pues no sabía nada mal.

[...]

Al acabar las clases nos dirigimos al club de Voleibol y había un revuelo.

—¿Que crees que esté sucediendo, Tsukki? —a decir verdad, no tenía ni idea y no me importaba un carajo.

—¡Entonces te cambiaste de Shiratorizawa! ¡¿Por qué?! —se escuchó en toda la cancha el grito de Hinata.

—El uniforme estaba feo. —se escuchó decir una voz muy familiar.

¿No me digas...?

—¡Tu me entiendes! —gritó Nishinoya al encontrar a alguien que también le parecía bonito el uniforme de Karasuno—. Si vamos a vestir un uniforme por años, que por lo menos sea lindo, ¿no? —en eso estaba de acuerdo pero no es algo que me importe demasiado.

—¿Nos acercamos, Tsukki? —empezó a caminar y camina detrás de él.

Al llegar al grupo de personas vi que en medio había una chica muy baja, de cabello claro, tez blanca y ojos muy azul cielo.

[apariencia]

(Ignoren que dice Nekoma)

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(Ignoren que dice Nekoma)

—¡¿Hana?! —grite confirmando mis sospechas.

Ella se giró en mi dirección y me miró.

—¿La conoces? —preguntó Yamaguchi.

Claro que la conocía.

Ella me sonrió, de tal manera que ya sabía que se venía lo peor así que busque entre mi vocabulario las peores palabras para ofenderla.

Five years later - Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora