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Tsukishima Kei.

Al día siguiente.

Me desperté sin muchas ganas de ir al instituto pero aun era jueves, tenía que aguantar hoy y mañana para poder descansar.

Hice mi higiene personal y baje a comer.

—Buenos días, Kei. —mamá me dio los buenos días.

—Buenos días, AltoKei. —Akiteru copió la acción de mi mamá.

Comí y salí de casa sin antes escuchar a mi mamá decir que debía traer a Hana más a menudo.

Obviamente camino al instituto me encontraría a Yamaguchi. Él me saludó diciendo. —Hola, Tsukki. Buenos días. ¿Cómo amaneciste?

El no haberle contestado respondió su pregunta: estaba bravo. ¿Por qué? Mi cara lo decía todo.

Lo único que quería en este momento era paz y silencio y alguien tuvo que impedir que lo tuviera. Y esa era Hana. (Mi roba paz)

—¡Kei! —vino corriendo a abrasarme y me dio un beso en la mejilla—Buenos días.

—Eran buenos. —dije.

—Para ti no pareciera, Tsukki. —dijo Yamaguchi y tenía razón.

—Por lo menos había silencio.

—Pero recibiste un beso en la mejilla de mi parte. ¿Lo mejor, cierto? —terminó por decir la ojos claros.

—Ni me gustó. —dije limpiando mi mejilla.

—Que bueno saberlo, ahora lo haré todos los días. —rió la malvada Hana y se dividieron al entrar en el instituto.

—Oye, Tsukki. —alce las cejas— ¿Quieres comer? —asentí y Yamaguchi sacó su "bento" de onigiris, algunas papas y salchichas.

Empecé a comer mientras escuchaba "Shinenuga E-Wa" de Fuji Kaze y por mi mente pasó la imagen de Hana bajo las estrellas.

¿La llamé hermosa?

Me quede quieto y pensativo sin darme cuenta que Yamaguchi me estaba hablando.

—Tsukki, ¿estás bien? ¿Vamos a la enfermería?

—No, estoy bien. —hablé y Yamaguchi suspiró pero no insistió

Suzuki Hana.

—Tengo que ser más sarcástica, narcisista y egocéntrica que Kei. —murmure para mi.

¿Por qué tiene que haber tanta competencia entre nosotros dos? Quien es más inteligente, quien es mas sarcástico, quien es mas de todo. Me canse de eso.

Las clases ya casi acababan y no le preste atención a ninguna.

Sonó el timbre así que guarde mis cosas y me fui al club. (Como fui cambiada de preparatoria en el último momento no tenía permitido ser miembro oficial de un club)

Llegue al gimnasio y ahí ya estaba Daichi-senpai.

—Que puntual, Daichi-senpai.

—Soy el capitán, tengo que dar el ejemplo. —dijo limpiando un poco el suelo así que lo ayude.

—Oh, Hana-chan. Que puntual llegas. —dijo Suga-senpai.

—Hola, Suga-senpai. Mis clases fueron muy aburridas así que vine lo más pronto posible. —ellos rieron y al rato llegaron Ennoshita, Tanaka y Asahi.

—Que puntuales sois. —me burlé de la apariencia de Asahi-senpai.

Tenía los cabellos muy revendes y su coleta ya no era coleta.

Five years later - Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora