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Suzuki Hana.

¿Que?

Lo deje en visto y me dormí, o mejor dicho, intente dormir por el resto del viaje ignorando a Kei.

—¡Despiértense! ¡Llegamos! —informó Daichi.

Las primeras en bajar fuimos Shimizu y yo, luego Takeda-sensei y el entrenador Ukai. Ya después informaron que los jugadores podían bajar.

—Ganamos pero, seremos derrotados con el nivel actual que tenemos. —empezó a hablar Takeda-sensei—. Tenemos que conectar, atacar y comunicarnos entre nosotros mismo para mejorar. Entrenen y sigan entrenando para que formemos un camino a los nacionales. ¡A volar, Karasuno!

—¡Osu!

Estaba de pie viendo cómo todos se iban caminando así que comencé a caminar hacia mi casa.

—¿Me ibas a dejar con esos idiotas? —dijo refiriéndose a Hinata y Kageyama hablando de su ataque rápido.

—No te vendría tan mal tener un poco de su entusiasmo. —me burlé de él y él me sonrió. —¿Kei sonriendo? Gracias Dios por hacerlo humano.

—Sabes que soy perfecto.

—Sigue creyendo. Eres el más imperfecto hombre que he conocido.

—Ja, si tú lo dices. —sonó el celular de Kei— ¿Mamá?

—Kei, ¿ahí está Hana-Chan?

—Si... ¿por?

—Tráela a la casa, hice comida de más. Y tu hermano no está.

—Déjame preguntarle. —me miró— ¿Quieres ir a mi casa?

—¿Por qué no? —sonreí.

—Dijo que si.

—¡¡Aquí los espero!! —colgó y Kei me miró.

—Vamos.

En casa de Kei.

—¡Ya llegamos, mamá! —informó Kei quitándose los zapatos en la entrada —. ¿Que esperas? —me dijo al verme un poco embobada

—Oh, disculpa. Recordé que cuando éramos niños siempre peleábamos aquí en la entrada...

—Es que de tu boca solo salen insultos.

—Tu eres igual, Kei.

La mamá de Kei bajo a recibirnos.

—Bienvenidos, ya la comida está servida —se giró para caminar a la cocina pero luego se volvió a nosotros—. Kei, pon la mesa mientras yo preparo los batidos de fresa.

Kei asintió y se dirigió al comedor.

—Déjame le ayudo, mami Tsukino.

Fui a ayudar a la mamá de Kei a servir los batidos de fresa.

—Y bien, ¿ganaron? — me pregunto.

—¡Si! —respondí con emoción —. ¡Fue muy emocionante verlos jugar!

—Me alegro mucho... —se quedó callada por unos segundos y después habló —. Hace tiempo que no veía a Kei tan animado. Gracias, Hana-chan.

—Pero, yo no he hecho nada.

—Si lo has hecho, solo no te das cuenta de lo que provocas en las personas que te rodean.

Me quede pensando en su comentario.

—Si Kei decide casarse contigo por mi no habría ningún problema. —soltó sin más.

Se me subió toda la sangre a la cabeza y empecé a toser.

Five years later - Tsukishima KeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora