La oportunidad

El agua y la mariposa

Todo cambio en unos años. Muchos nuevos integrantes, parejas que formalizaron. Todo estaba en paz, pero sabían que los años no pasaban en vano.

Giyū estaba a un año por cumplir sus 25.

-Amor, por favor no te esfuerces tanto, estás por tener a nuestro hijo.

La voz tan paternal de Giyū se alzó desde la cocina, ya en la sala de estar, la señora Tomioka ponía la mesa con armonía, iban a recibir visitas y quería que todo estuviera presentable.

-Lo sé, lo sé, pero no estaría en esta situación si no fuera por tu necedad.- soltó de manera sarcástica y feliz.

Desde que se casaron, Giyū y Shinobu habían conversado sobre formar una familia, Shinobu no estaba convencida porque no podía aun encontrar algo que evitará que su esposo se fuera a la edad de 25 años, pero a Tomioka eso no le importaba, solamente quería formar una familia hermosa a lado de la mujer que ama, no quería dejarla sola.

La decisión fue tomada cuando Shinobu entendió que era inminente su pérdida. Después de mucho pensarlo, entendía el punto de su esposo. Sin duda no quería que su futuro hijo no creciera con su padre, pero Giyū le explico que después, cuando creciera, lo entendería; pero de ser una oportunidad para poder hacer una familia como la que perdieron ellos de niños, no quería desaprovecharla.

En una par de semanas nació el hijo de ambos, era muy parecido a su padre, cabello negro y ojos azules, pero tenia la mirada cálida de su madre. En cuanto lo conocieron sabían que su nombre sería Sabito, Shinobu conocía perfectamente la historia y no dudo en ponerle el nombre a su hijo de quién hace años salvo a su esposo. Fueron muy felices y dichosos ese último año que los acompaño Giyū.

-Gracias por todo este tiempo juntos Shinobu, fueron los mejores de mi vida- Giyū le dió un tierno beso a su esposa y luego uno a su hijo que dormia en sus brazos.

Shinobu no pudo evitar soltar unas lágrimas.

-No estés triste, en todas mis vidas siempre estaré esperando por ti. Cuando reencarnemos el destino nos unira de nuevo, porque somos el uno para el otro. Te amo.

-También te amo cariño.