La oportunidad

Una flor que se resiste a secarse

Ruido. Mucho ruido. Puro estruendo y voces que aún no relacionaba.

No distinguía exactamente que oía pero era tan fuerte que comenzó a dolerle la cabeza, no veía nada, todo estaba oscuro, pero sabía que estaba echada en el suelo. ¿Qué había pasado? Se acordó. Ya estaba muerta eso era seguro, el plan de ser absorbida por Douma se había concretado.

De pronto todo ese ruido desapareció y sintió alguien quitarle un mechón de cabello del rostro. Por un momento se sobre exaltó pero de pronto reconocío esa mano.

-Por fin despiertas hermanita.- Kanae Kocho la observaba con esa mirada cálida y hermosa sonrisa- Buenas noches.

Shinobu se incorporo tan pronto pudo y abrazo a su hermana. Era todo tan real que no pudo evitar soltarse a llorar.

-Hermana... no puedo creerlo, hermana como te extraño- apenas podía hablar, estaba tan nostálgica- te extraño mucho.

Con mucha sutileza Kanae limpio las lágrimas del rostro de su hermana menor y la apartó un breve momento.

-Lo siento hermanita, no tenemos mucho tiempo, tu no debes estar aquí, lo has hecho bien, pudiste ayudar a vencer a ese demonio.

-¿De qué hablas?- Shinobu estaba tan sorprendida, ya estaba muerta, ya tenía todo el tiempo del mundo.

-Te veo confundida, no dejes esa hermosa sonrisa- Kanae tomo el rostro de su hermana con ambas ambos y le dió un beso en la frente- lo hiciste bien pilar del insecto, ahora me iré y me llevaré a este bastardo al infierno.

Cómo si fuera una ilusión, apareció el cuerpo de Douma desintegrándose por la cantidad de veneno absorbido del cuerpo de Shinobu. Ahora la hermana mayor caminaba a ese rumbo junto al demonio.

-Noooo... ¡No me dejes hermana! Por favor no me dejes- Shinobu trato de estirar sus brazos y seguir a su hermana pero algo la tomaba de su haori.

-No estés triste hermanita, no me sigas, tu no puedes aún acompañarme. Por favor vive, vive porque fue el último combate, sé feliz, vive de manera normal muchos años, enamórate, cásate, hazlo por todos los que no pudimos.

-Hermana te quiero, te quiero mucho.- Shinobu rompía en llanto mientras veía a su hermana y al demonio ir desapareciendo.

-También te quiero hermanita. Por favor salúdame a Kanao y a todas las chicas.

Todo se hizo oscuro y comenzó el ruido ensordecedor nuevamente, ahora poco a poco comenzó a oír una voz como el eco.

-Maestra, maestra por favor.- Kanao estaba postrada al lado de la pilar del insecto.

-Maestra por favor despierte, por favor no me dejé.

Shinobu por fin pudo distinguir esa voz, esa voz al borde del llanto, era su hermana menor.

Kanao de pronto sintió que el corazón de su hermana latia cada vez menos.

-¡¡¡Hermanaaaaaaa Shinobuuuu!!!

Ese alarido de dolor de Kanao por fin logró despertar a Shinobu, quién abrió poco a poco los ojos.

-¡Por Dios, despertó! La pilar del insecto está viva.- un Kakushi estaba al lado de Kanao, tenía las manos llenas de sangre y varios medicamentos junto con material quirúrgico al lado.- Por favor señorita Tsuyuri de paso para que sigamos trabajando, la señorita Shinobu está mal herida.

~¿Qué está pasando? ¿Qué le pasó a tu ojo Kanao? Yo debería estar muerta, ¿cómo es que sigo aquí?, me duele el pecho, la herida es profunda y tengo el pulmón izquierdo colapsado~

Shinobu con mucho esfuerzo saco de una de sus bolsas del uniforme una caja y la estiró hacia Kanao, ella al verla sabía de que se trataba así que solo la tomo.

~No puedo hablar, me duele respirar, pero sabes bien que es esto. Lo hablamos ahora que te conté sobre mi plan, ya habrá tiempo para que me cuentes como me salvaste hermana, por ahora ve por favor, ayuda tanto como puedas, eres la más fuerte.~

-¿Qué es eso que le ha dado?- el Kakushi se acercó a ver la caja pero no vio el contenido.

-Es un antídoto para revertir una demonizacion. Tengo que irme, por favor cuiden de mi hermana.

-Si señorita Tsuyuri, tenga cuidado. La señorita Shinobu nos dio suficiente medicamento y entrenamiento para estos casos, la cuidaremos bien.

A lo lejos Shinobu fue perdiendo de su vista a su Tsugoku retirarse junto a Inosuke, no sabía que pasaría pero estaba segura que podía confiar en ellos, podía confiar en todos sus compañeros. Antes de caer desmayada solo pudo desear que todos estuvieran bien.

~Tanjiro, cuida de mi hermana, salvanos a todos. Tomioka san por favor protegelos~.