El poco tiempo que nos queda

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- No puedo creer que mejor el señor Shinazugawa sea el que más viene a ver a la señorita Shinobu.

Aoi soltó ese comentario y las tres aprendices más pequeñas se acercaron a la puerta para tratar de escuchar lo que pudieran, tampoco entendían por qué el ex pilar del viento venía casi todo los días a visitar a Shinobu.

-Por favor niñas, no estén cotilleando, denles privacidad- Kanao les hablo desde una esquina de la sala de estar, al haber perdido la vista solo podía guiarse con sus instintos y la ayuda de su cuervo, se las ingeniaba bastante bien que no parecía que tuviera problemas por eso.

-Pero señorita Tsuyuri, queremos saber si la está cortejando, es posible que así sea, la señorita Shinobu es hermosa y ya está en edad de casarse.- soltó una de las niñas, Kiyo para ser más exacta.- Además, debido a la marca el señor Shinazugawa no tiene mucho tiempo de vida.

La realidad es que, aunque Shinobu se esmero en buscar ayuda para el tema de la muerte prematura por la marca del cazador, no pudo encontrar nada de información verídica para evitar dicho destino, todos lo sabían, así fue como Gyomei termino descansando en paz después del combate contra Muzan.

-Yo no creo que se trate sobre cortejar a la señorita Shinobu- Aoi termino de servir el té y tomo asiento al lado de Kanao- simplemente el señor Shinazugawa siempre ha demostrado un afecto sincero por nuestra maestra, ya que él estuvo enamorado de la señorita Kanae y ahora que perdió a su hermano requiere compañía tranquila y serena, nadie mejor que ella para olvidarse un poco del tema.

Afuera hacia un lindo día y mientras tomaba una taza de té con su ex compañero de la cofradía, Shinobu trataba de conversar sobre algo banal y evitar que el peliblanco volviera a sentirse solo y triste.

-Y ahora que ya puedes hablar un poco más se acabó la magia de venir a visitarte y estar en calma- una risa se soltó de los labios de Sanemi.- pero me da gusto Shinobu, te veo más recuperada, pronto podras volver a hacer tus actividades con normalidad.

-Vaya que eres un cabeza hueca, ni hablar te tocará soportarme ahora tu a mi.

Ambos reían y charlaban mientras su taza de té se iba vaciando. Tan concentrados estaban que no notaron la presencia de un invitado más, al cuál no tenían contemplado. Desde la entrada se apreciaba la figura de Giyū observando con algo de desconcierto esas interacciones entre ambos ex pilares.

-Disculpen la interrupción, pasaba a visitar a Kocho, no sabía que tenía otra visita.

-Ah, eso...- Sanemi volteo había la sala de estar y vio las miradas metiches de las protegidas de la finca- ya me iba, puedes quedarte a seguir haciendo compañía a Shinobu.

Sanemi se levantó, se despidió muy cortés de Shinobu y finalizó con un abrazo fuerte y un beso en la frente de ella, lo cual sorprendió a todos los presentes.

Todo eso incómodo a Giyū y en cuanto se retiró Shinazugawa, él también hizo lo mismo, sin dirigir palabra alguna con nadie.

Shinobu y todas las demás chicas no entendían que paso, llegaron a la conclusión de que se puso celoso.

-Maestra- Aoi se atrevió a abrir la charla sobre esa situación - en definitiva el señor Tomioka se sintió celoso por verla tan cercana al señor Shinazugawa, recuerde que tampoco son tan buenos amigos y podría verlo como un rival de amor.

-Si si, esta celoso el señor Tomioka- gritaron Sumi, Kiyo y Hano al mismo tiempo.

-Por favor no empiecen, Tomioka san y yo solo somos ex compañeros, no le gusto ni le intereso, así que les pido que no estén soltando esos comentarios que alguien podría oírlos y causar un problema.

-Hermana, sabemos que Tomioka san no es muy hablador y es algo torpe con sus comentarios, pero sin duda usted le gusta.- se acercó a Shinobu y casi como un susurro le dijo:- Sé que a usted también, así que deberían hablar, tampoco tiene mucho tiempo.

Es verdad, Shinobu sabía que a caso le quedaba cerca de tres años de vida a Tomioka por el tema de la marca del cazador, pero incluso ahora sin la preocupación de los demonios, se le hacia imposible acercarse a él, tenía aún esa barrera en su ser, evita que alguien se acerque a su corazón. Si tenía que hacer algo era ya mismo.

Un día por la mañana Shinobu decidió visitar a Tomioka en su casa, preparo daikon con salmón y partió hacia allá, en el camino se encontró con Tanjiro, quien ya comenzaba a ir regularmente a la finca a visitar a Kanao, conversaron unas cuántas palabras y se despidieron.

-Por favor Shinobu san, sea paciente con Tomioka.

-Gracias Tanjiro, lo tendré en cuenta.

No pasó mucho tiempo cuando ya se encontraba en la entrada de la finca de Tomioka, con mucha paciencia espero a ser atendida, pero ya comenzaba a ponerse nerviosa.

Al abrir la puerta el pelinegro se quedó sorprendido al ver a su ex compañera tan linda con un kimono morado como una glicina.

-Ah... Kocho, no tenía idea que vendrías, hubiera preparado algo para comer.

-No te preocupes Tomioka san, vine preparada, solo te agradecería una taza de té.

Se encontraban en su sala de estar cuando Shinobu puso la mesa sobre el tatami y comenzó a sacar el alimento. Tomioka se puso tan contento de ver qué preparado su comida favorita, no sabía que ella pudiera recordar ese detalle.

-Que delicioso esta- Giyū esbozo una flamante sonrisa que cautivo a su acompañante que se sonrojo enseguida.- te luciste sin duda, agradezco los alimentos.

-Que bueno que te guste la comida, lo prepare con mucho cariño... Tomioka no sé si sea el mejor momento pero quisiera hablar contigo sobre algo, sobre algo que siento por ti.

-Que bueno que tocas el tema- Tomioka bajo sus palillos y los puso sobre la mesa.- yo no estaba listo para conversarlo.

El ambiente se volvió tan cálido que ambos sonrieron muy nerviosos.

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