Capitulo 4

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En la vida uno puede ser bastante curioso, la curiosidad de hecho es un don que no todos los seres tienen y si es que lo tienen pueden controlarlo en cierta medida, pero aquello era de verdad una exageración.

-de nuevo- exigió la joven Addams

-no lo sé, de verdad parece que se va a desmayar- agrego la joven vampira que al igual que Wednesday se encontraba mirando hacia donde Enid permanecía

la joven Sinclair respiraba pesadamente, sentía como las gotas de sudor bajaban lentamente por su cuello y frente, su temperatura se había elevado y sus brazos y piernas le dolían como nunca antes lo habían hecho

-solo lleva seis flexiones, incluso un indigente con botulismo lo haría mejor si se lo pidiera- como siempre un tono exasperado salió de los labios de Wednesday

-bueno si crees que alguien enfermo puede hacerlo mejor ¿porque no la enfermamos y lo comprobamos?- Yoko movía su pie de arriba hacia abajo rápidamente mientras retaba a la joven Addams

-espera- Enid inhalo profundamente intentando poner aire en sus pulmones y su respiración en orden -yo... no... quiero...- exhalo fuerte, sentía como sus pulmones comenzaban a colapsar -tener botulismo-

Wednesday la miraba con cierta decepción, el día anterior a ese la joven Addams había tomado la muestra de sangre y al igual que con sus compañeros, esta le había entregado un cuadernillo no mayor a veinte centímetros de alto, con una tapa ligeramente flexible de color negro mate y hojas de papel ligeramente café, en el lomo se podía leer claramente "Wednesday Addams" denotando que este era de su propiedad

Habría sido un gran regalo para Enid, eso fue lo primero que pensó al recibir dicho cuadernillo, sin embargo, las indicaciones habían sido claras, en el Enid tendría que escribir con letra legible su edad, y todos los progresos que hacía con Wednesday respecto a su situación

Por ejemplo, en aquel momento Enid planeaba escribir claramente que Wednesday se tomaba muy en serio aquella situación, literalmente la estaba poniendo a hacer flexiones ya que en aquel día pondría a prueba todas sus capacidades físicas las cual Enid ya le había explicado era prácticamente nulas

Desde siempre había sido una persona común, no había nada extraordinario en ella, su madre siempre lo repetía, era una joven que no mostraba fuese a dar un gran cambio

Y sin embargo Wednesday la había hecho correr cien metros planos en cuatro ocasiones seguidas, Enid al llegar a mitad de camino de la segunda vuelta se había rendido, pero claro eso a Wednesday no la detendría, la amenaza de comenzar a cortar sus preciosos mechones de cabello había hecho que la joven rubia recobrara un poco de sus fuerzas para terminar de correr, sin saber que aquello sería una de las primeras cosas que Wednesday quería experimentar

para la segunda prueba Wednesday le había explicado que solo se trataba de lanzar objetos, lo que no le explico es que dichos objetos se trataban de granadas chinas, pequeños objetos con carcasas de metal y pólvora dentro, ¨yo recomendaría lanzarlas muy muy lejos a menos que quieras te exploten en la cara, dicho resultado también sería aceptable para mi claro¨ fue la única advertencia que recibió por su parte

había sido víctima de una larga tortura física todo el día, obligada a sobre esforzarse como si su vida dependiera de ello y en la mayoría de las ocasiones sí que había sido el caso

en su última prueba tenía sobre su espalda un pequeño saco de patatas que no debía pesar más de tres kilos

-yo creo que ya la has torturado bastante por hoy- intentaba persuadir Yoko en tono algo preocupado por la joven Sinclair la cual parecía estar por desmayarse, y no se equivocaba

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