Aprendiendo a convivir juntos / Bakudeku

III Durmiendo juntos

Izuku se encontraba sentado entre unos arbustos en la parte trasera de los dormitorios. Después de su charla con Uraraka, necesitaba tiempo para pensar. Salió de los dormitorios y se ocultó, su corazón todavía latiendo con fuerza. No quería ir a la habitación todavía; si se quedaba en la sala común, todos le preguntarían sobre su comportamiento extraño. Así que, su mejor opción fue salir y sentarse entre los arbustos. La suave brisa acariciaba su rostro mientras su mente se sumergía en un torbellino de pensamientos sobre cierto rubio de mirada penetrante.

"¿En qué momento pasó? ¿En qué momento me enamoré de Kacchan? Esto no puede ser posible, ¿cierto? Solo lo admiro, ¡él es increíble! Me gusta su manera de luchar, cómo logra armar una estrategia en situaciones complicadas. Me gusta la manera en la que se esfuerza para ser el mejor, sus hermosos ojos carmesí, su cabello, su ceño fruncido, esa voz tan gruesa que nunca me aburriría de escuchar. Su personalidad, que para muchos es insoportable, para mí es lo que lo hace único. Kacchan tiene muchos defectos, pero aun así, a mí me gustan... Me gusta Kacchan. Pero, ¿desde cuándo?"

Izuku cerró los ojos, sintiendo una mezcla de confusión y emoción. Su pecho se apretaba con una intensidad que nunca antes había experimentado. Cada recuerdo de katsuki, cada interacción, ahora se veía bajo una nueva luz. El tiempo que pasaron juntos, todo parecía tener un nuevo significado.

"¿Cómo no me di cuenta antes?" pensó, sintiendo una oleada de calor en su rostro. "Siempre ha estado ahí, esa admiración... pero también algo más. Algo más profundo."

La brisa siguió acariciando su rostro, como si tratara de calmar el tumulto en su corazón. Pero Izuku sabía que no podía ignorar lo que sentía. Por primera vez, se permitió aceptar la verdad: estaba enamorado de Katsuki Bakugou. Y aunque ese sentimiento lo llenaba de miedo e incertidumbre, también lo hacía sentir más vivo que nunca.

Salió de su trance cuando, a lo lejos, escuchó voces familiares. Decidió asomarse para ver de quiénes se trataban. Vio a Katsuki y Kirishima parados, hablando sobre algo que claramente disgustaba al rubio. Observó cómo Katsuki gesticulaba con frustración, sus manos enérgicamente señalando algo mientras Kirishima trataba de calmarlo, sin éxito. Finalmente, Katsuki perdió la paciencia y le explotó la cara a su querido amigo.

Izuku se quedó en silencio, escondido entre dicho Kirishima-kun a Kacchan para que se pusiera tan a la defensiva? Quiso salir para ver cómo se encontraba Kirishima, pero eso significaba encontrarse con Katsuki, y todavía no se sentía preparado para verlo frente a frente. Aunque era consciente de que compartían habitación y eventualmente tendrían que hacerlo, decidió quedarse en su escondite, dejando que sus pensamientos y sentimientos se asentaran mientras observaba a los dos amigos dirigirse de vuelta al edificio.

Cuando desaparecieron de su vista, Izuku decidió que era hora de entrar también. Ya casi empezaba el toque de queda y no quería recibir más castigos por parte de Aizawa. Salió de los arbustos y se dirigió a los dormitorios. Vio a Katsuki en la sala común, preparando algo en la cocina. Era raro ver al rubio despierto a esas horas, pero Izuku aprovechó la oportunidad para ir rápidamente a la habitación. No quería verlo, al menos no todavía.

Una vez allí, tomó una de sus cobijas y su almohada para poder ir de nuevo a la habitación de Todoroki, pero justo antes de siquiera salir, vio cómo la puerta se abría.

"Maldito universo, siempre en mi contra," pensó con resignación.

-¿Dónde vas? -preguntó Katsuki con un tono serio al ver a Izuku parado frente a él.

-H-hola, Kacchan. V-voy a la habitación de Todoroki-kun. Mi futón es muy incómodo, así que me iré a dormir con él hasta que pueda comprar otro -respondió Izuku, visiblemente nervioso.