-3. «Zenitsu Agatsuma (ó el más llorón)»

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"Y si el diablo mi alma se quiere llevar, de mi dependerá."
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- Karado, verdad. -pregunto una voz. Al voltearse miro a uno de los jefes que tenía. Se veía frustrado o talvez enojado. Quien sabe.

- Así es. Paso algo. -pregunto de vuelta.

- Tienes visita.

- ¿Yo?

- No hay ningún otro. Vamos. -le dijo. Sin pensarlo mucho bajo el tronco gigante que tenía en su hombro y fue tras el hombre.

Al avanzar un poco pudo sentir la mirada de varios compañeros que tenía por el trabajo, se veían de forma extraña como sorprendidos pero también tenían sonrisitas y alguna otra cara que Goro identificaba como envidia.

Avanzo tras el hombre un poco más y llegaron a una zona del bosque donde todos habían empezado, ese lugar que era un claro en el bosque era para reunirse cuando el trabajo empezaba.

Y ahí lo vio y no dudo en sorprenderse. Pelinegro, pequeño y con una cesta en las manos que parecia tener duraznos, su kimono era amarillo con degrade en naranja con algunos triangulos blancos esparcidos por el traje.

Lo reconoció, Zenitsu.

- Que sea rápido. -hablo el hombre mayor. Goro supo que se refería a que debía volver pronto al trabajo.

Asintió y se dirigió al enano ese, de verdad que era enano. Aunque, para él, hasta Kaigaku era pequeño. Vio como el pequeño niño temblaba, supuso que por el frío, pero parecían mas nervios que otra cosa.

- Si. -dijo, y con eso el pequeño niño que ya estaba temblaba ahora estaba a nada de desmayarse.

- ah_ y-yo...

- ¿Tú?

- ...kai-kaigaku te manda, ésto. -alzo la canasta, parecía que una tela cubría lo que había dentro.

- ¿Kaigaku? -preguntó, incrédulo.

- S-si. Me dijo que lo conocías y por eso te a dejado esto. -apreto el mango de la canasta.

La verdad, no sé lo creía. Que Kaigaku dejara un encargo parecía un evento extraño y raro. Además, ¿Por qué envíar al niño esté?

Vió al niño, tenía unos pantalones hakama casi negros cona una yukata blanca siendo cubierta por su kimono, que era de un color amarillo y cerca de las mangas era de un color naranja. El kimono también tenía varios triangulos blancos como bordado. Similar a los de Kuwajima.

- Y tú ¿eres?

- Ah, ...Zenitsu. Soy Zenitsu Agatsuma.

- Bien, dime Zenitsu. ¿Dónde está? -preguntó, el otro trato de aguantar su miedo.

Supo que talvez se había dado cuenta. Y si era así podía esperar un buen golpe por su parte. Sus nervios lo habían delatado.

- ¿Q-quien?_

- Kaigaku -lo interrumpió cruzando sus brazos-. No fue él ¿Verdad? Andá, dímelo.

Extraño cazador |☆ Kimetsu No Yaiba☆ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora