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La gemela de Balián se quedó en silencio, procesando las palabras del rey. La responsabilidad que le estaba ofreciendo el rey, era tan inmensa y no podía tomarla a la ligera.

─Mi señor, es un honor que confíe en mí para una tarea tan importante -dijo ella finalmente, con una voz firme pero respetuosa.- Haré todo lo que esté en mi poder para cumplir con su petición.

─Sabía que podía contar contigo -dijo Baldwin IV, su voz resonaba con gratitud.- Ahora, debes ser cautelosa. No todos en la corte son de fiar y los enemigos del reino, están siempre al acecho.

La gemela de Balián asintió, comprendia la gravedad de la situación. Sabía que tendría que moverse con sigilo y astucia para descubrir la verdad sobre la iglesia de Jerusalén.

─¿Cómo debería proceder, mi señor? -preguntó ella, deseando tener un plan claro que seguir y no ir a la locura-

─Primero, debes ganarte la confianza de los curas -dijo Baldwin- Hazte pasar por una devota seguidora y ofrece tu ayuda en lo que necesiten. Observa y escucha con atención y cuando vayas teniendo pruebas. Nos reuniremos una vez a la semana, para que me infórmes.

─¿una vez al mes? -pregunto ella- ¿como saldré del convento?

─aquí vienen monjas para vendecir mis ropas, cuando no hay curas-dice Baldwin- ese día concreto, mandaré a los curas fuera de jelusalen.

La gemela de Balián asintió, sintiendo el peso de la misión sobre sus hombros. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a cumplir con su deber.

─No le fallaré, mi señor -dijo ella con determinación.

El rey sonrió bajo su máscara, confiando en la valentía de la joven.

─Estoy seguro de que no lo harás -Dijo Baldwin IV.-

Antes de que la gemela de Balián se retiró del salón del trono, su mente llena de pensamientos y estrategias. Sabía que su misión requeriría no solo valentía, sino también una gran dosis de paciencia y astucia. Ella intentaría hacer las cosas bien, no quería fallar en todo esto y también le entraba curiosidad. Sobre los comentos y las monjas de clausura.

¿Que tendrían dentro del convento?

Ella agarro el brazo de su hermano gemelo y lo arrastro lejos de su padre, la gemela le contó con pequeños susurró lejos de la multitud. Su hermano ledio apoyo, balian aun con su semblante serio y su mirada penetrante, le dio una calidad mirada su gemela.

─Esto es más grave de lo que imaginaba -dijo, cruzando los brazos sobre el pecho.- Si hay una orden secreta operando dentro de la iglesia, podrían estar conspirando contra el reino. Debemos actuar con cautela hermana, yo intentaré ayudarte desde fuera de alguna manera.

Balián se hacerco asu hermana y la abrazó, el la abrazo con mucha calidad y sobreprotecion.

─No podemos permitir que estos traidores continúen con sus planes -Dijo el gemelo- Debemos desmantelar esta orden y asegurarnos de que no puedan, causar más daño.

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Meses después, se presentó en el convento bajo la apariencia de una devota seguidora. Las monjas la recibieron con amabilidad, y pronto comenzó a ayudar en las tareas diarias. Pasaron los días y la gemela de Balián observaba con atención, escuchando las conversaciones y tomando nota de cualquier detalle sospechoso.

Meses después, se presentó en el convento bajo la apariencia de una devota seguidora. Las monjas la recibieron con amabilidad y pronto comenzó a ayudar en las tareas diarias. Pasaron los días y la gemela de Balián observaba con atención, escuchando las conversaciones y tomando nota de cualquier detalle sospechoso.

Una noche, mientras limpiaba la capilla, escuchó a dos monjas susurrando en un rincón oscuro. Se acercó discretamente, fingiendo estar ocupada con su tarea, y logró captar fragmentos de su conversación.

─La reunión será en la cripta, después de la medianoche -Dijo una de las monjas, su voz apenas audible- Debemos asegurarnos de que nadie nos siga.

─¿Hermana que haces por aqui? -Dijo otra monja, que aparecio la otras dos monjas la miraron-

─Gracias a dios, al fin encuentro a otras hermana de dios -Dijo la gemela de Balian, mientra miraba al techo y depues a ellas- llevo perdida en el convento, es grandisimo y me guio muy mal por los pasillos. Hermana jasefa, ¿por donde wstaria la segunda capilla? -las tres monjas sonrieron con calidez, ella era nueva y casi la mandaban al mismo lado. Todso por que el convento , hoy la dejaban sola para ver como se guiaba y por lo que veian muy mal-

─No te preocupes, hermana -dijo una de ellas, señalando un pasillo a la derecha.- La segunda capilla está por ese camino. Solo sigue recto y la encontrarás.

─Gracias, hermana Jasefa -respondió la gemela de Balián, inclinando la cabeza en señal de gratitud.- Que Dios las bendiga.

Mientras se alejaba, la gemela de Balián respiró aliviada. Había logrado desviar la atención de las monjas y ahora tenía información crucial sobre la reunión en la cripta. Esa noche, la gemela de Balián se preparó para infiltrarse en la cripta.

Se aseguró de que nadie la viera salir de su celda y se movió con sigilo por los pasillos oscuros del convento. Ella se coloco una tunica negra, al llegar a la cripta se metio entre algunas monjas. Pronto el líder encapuchado, apareció en el centro del círculo. La gemela de Balián escuchó atentamente, mientra seguia el saludo

─Hermanas, nuestra misión está a punto de cumplirse -dijo el líder, era un cuda- Pronto, tomaremos el control de la iglesia y el reino caerá bajo nuestro poder.

La gemela de Balián sabía que debía informar al rey Baldwin IV de inmediato. Con el corazón latiendo con fuerza, lentamente se retiró de la cripta. Ella sindarse cuenta de que alguien la seguia, fue gracias a los pasos que se percato y decidio irse por otro lado.  Ella deslizo la cuchilla de su manga y la lanzo asu pierna, ante de que gritara tapo su boca con un pañuelo. El pañuelo tenia veneno, aquel veneno hizo efecto y aquella persona murio en sus brazos.

─vamos a cotillear -Dijo ella metiendo la mano entre su tunica, ella era un monja- josefa, la ostia mate a josefa -Penso ella, sus dedos tocaron unos pergaminos juntos atado un hilo de lino que sujetaban puchos pergaminos. Ella lo guardo en un bolsillo donde tenia el pañuelo con veneno y se llevo aquel cuerpo para quemarlo en la chimenea.

Virago = baldwin ivDonde viven las historias. Descúbrelo ahora