Capítulo 3

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Me quede totalmente quieto de pie en la cubierta del barco. ¿De verdad había escuchado esa voz o simplemente había sido una ilusión? Sentí como toda la sangre desaparecía de mi rostro y dejaba paso a una tez totalmente blanca. Agradecía profundamente estar a solas, no quería volver a preocupar a todos por una tontería.

Estoy seguro de que todo esto solo había sido producto de mi imaginación pero había oído esa voz de una forma tan clara como la de Nami-swan cuando me habló. Me quede ahí de pie durante un par de minutos mas con la esperanza de volver a escuchar la voz, pero nada ocurrió así que tome aire y volví a la cocina para desayunar con todos.

El desayuno transcurrió sin problema alguno, estar con los demás me sentó bien ya que me hizo olvidar durante un minuto todo lo que me tormentaba. Cuando terminaron todos de desayunar me quede lavando los platos y me metí en mis pensamientos.

"Oí ¿Dónde esta el sake?"

-Supongo que estará guardado donde lo deje la última vez... Espera un momento -Me gire rápidamente para ver quien había hablado- ¿Pero qué cojo...?

Nadie. Nadie estaba en la cocina conmigo. Estaba totalmente solo y me estaba volviendo loco.

-¿Hay alguien ahí? -Pregunté temeroso al aire.

"Tu nunca cambiarás cocinero"

-Vale me estoy volviendo realmente loco. Es imposible que este escuchando esta voz debe ser una broma, una broma realmente pesada. Ni siquiera se por qué estoy hablando en alto.

"No estas loco" -Se me empezaron a llenar los ojos de lágrimas sin poderlo evitar- "Pero no le puedes hablar a nadie sobre esto o no podre volver"

-¿Volver? ¿A qué te refieres con eso? -Pregunte desesperado mirando a todas partes- ¡Responde!

-¿Responder el qué Sanji?

-Oh, Franky... Nada, perdona solo estaba hablando solo.

-¿Seguro que estas bien? Estas suuuuuuuper pálido *pose ridícula*

-Sí, es solo que me he acostumbrado a hablar solo, ya sabes, mucho tiempo solo...

"Mientes fatal ¿lo sabías?"

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y mire a Franky esperando que él también estuviera pálido por haber oído la voz, pero seguía con su pose ridicula mirándome tranquilamente.

-Esta bien, como digas pero si tienes algún problema ya sabes que Chopper siempre esta dispuesto a ayudar -Dijo antes de irse y dejarme solo otra vez.

Me senté en una silla porque empecé a sentir que todo daba vueltas a mi alrededor. Derrepente sentí una presencia enfrente de mi. El miedo me recorrió de nuevo, era la misma sensación que sentí aquella vez en la torre de vigía. No quería moverme, apenas podía respirar.

"Lo siento mucho, no quiero atormentarte"

-Tú... ¿Por qué solo puedo oírte yo? -Pregunte sin levantar la cabeza, que la tenia tapada con las manos.- ¿Por qué me haces esto?

"No puedo irme Sanji, aun no. Tengo un asunto pendiente y es contigo"

-¿Que quieres decir con eso? -Levante la cabeza esperando que todo fuera una pesadilla y me pudiera despertar en ese momento.

Pero cuando pude enfocar la cocina, ya que mis ojos estaban aguantando las lágrimas, lo que vi fue peor que una pesadilla. No pude hablar, moverme ni respirar. Lo último que recuerdo son esos ojos mirándome.

¿De verdad lo amabas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora