Tu primer libro.

13 3 0
                                    

 Yo me encontraba triste, la ansiedad y el miedo me torturaban.

Era una mala época, mis padres se divorciaban y mi dolor me consumía. Una tarde, donde ya no aguantaba los gritos de mi hogar, salí corriendo, ninguno de mis padre trataron de detenerme estaban ocupados dándome mis peores años de vida, no era la primera vez que esto ocurría.

Ande por la calle durante horas, totalmente sola, con unas pocas monedas en mi bolsillo y un billete, al pasar por una de los numerosos escaparates lo vi, un hermoso libro con bordes amarillos y una mariposa en su centro, no pensé ni un segundo cuando me vi comprándolo con el poco dinero que llevaba.

Al anochecer volví a mi hogar, cansada de tanto andar, nadie me había echado de menos, no me habían buscado, mis ojos se veían hinchados y rojos de tanto llorar, a ellos yo no le importaba, pero a diferencia de las otras veces en las que me escape, yo no había llegado a mi casa sola, esta vez te tenia a ti, o mas bien dicho a tu libro.

Subí a mi cuarto ilusionada, deseosa de empezar a leer.

Y eso hice.

En tan solo dos noches leí el libro completo.

                                                                                                                                                           Con amor,                                                                                                                                                                                    de tu lectora secreta.


----¿ A quien escribes?--- Pregunto mi amiga Eloís.

---A nadie.---Aparte la hoja rápidamente suplicando al universo que no hubiera visto nada.

---Bueno..., tranquila fiera, seguro que escribías porno.---

---Calla nos escucharan todos.--- Esta chica no tiene vergüenza.

---¿ Tan malo seria?, quien sabe, a lo mejor alguien quiere leerlo y te quita lo virgen.---

---Dios cállate.--- Enrojecí, trate de ocultarlo bajando un poco mi cabeza permitiendo así que mi flequillo tape gran parte de mi rostro.---Además no soy virgen tonta.---Susurre.

---Si claro, sabes que si algún día te artes de serlo aquí estoy para ti.---Una sonrisa traviesa se dibujo en su rostro junto a una mirada pervertida.

Joder que pesada, me acerco un poco a su rostro llegando a su oído y susurro---No me voy a acostar contigo Alma.----Paso de su oído y me dirijo a su cachete donde deposito un tierno beso.

--Uh...---Se queja ella haciendo un lindo puchero con su labio, mirándome con cara de tristeza.---¿Por que me haces sufrir?---Su voz suena a una tristeza forzada.

---Puf.---Fue mi única respuesta.

Ella rodo los ojos y comenzó a comer de la bandeja que había traído anterior mente, con su vista en el teléfono sostenido por su otra manos viendo memes tontos de perritos y gallos.

Se hizo un silencio, en la estancia solo quedaron las quejas y habladurías de el resto de estudiantes, algunos chismorrean, otros ríen, y alguno incluso juegan con tableros de mesa, a estúpidos juegos de dragones y princesas.

Las "insufribles", como las llamamos Alma y yo, están en una mesa en casi todo el centro del comedor, vestida con top cortos y short ajustados, al lado de ella se encuentran jugadores del equipo de futbol, que coquetean con ellas, uno de ellos gira su rostro en mi dirección, ya empezamos.

Dulce  y sexi escritor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora