1: De vuelta a casa

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Tiene que admitir que se sintió muy decepcionada, fue un duro golpe el que su chico le haya cancelado la salida. Amy se sentó desolada en el sofá mientras apachurraba su teléfono contra su pecho, lentamente las lágrimas estaban deslizándose por sus mejillas, si bien no era la primera vez que él le cancelaba una cita, ella aún no se acostumbraba a ese dolor, y el llorar no servía de nada, pero ayudaba a que su corazón tuviera un consuelo.

- ¿Todo bien, Amy? - Preguntó del otro lado de la puerta Silver, claro que podía entrar cuando quisiera pero respetaba la privacidad de su amiga. - Sé que no es de ayuda pero, hice el desayuno para ambos, no estará tan bueno como lo que preparas pero te aseguro que te quitará el hambre. - La animó aún del otro lado haciéndola reír un poco.

Lentamente se dio unos leves golpecitos en la cara y luego de remojar su rostro en agua fría salió y desayunó a lado de su acompañante; era muy descortés dejar a alguien esperando, ella lo sabía mejor que nadie.

- Podrías vender todo esto en la tienda, dudo que la gente se resista, siempre eres la número uno en ventas. - le animó recordándole su trabajo, si había algo que amaba más que al inútil ese, era a su pastelería.

- Tienes razón, llevemos esto y el panqueque será para nosotros. - le guiñó un ojo tratando de parecer despreocupada, fingiendo que el mensaje de hace algunos minutos no le había afectado. Pero era todo lo contrario, y Silver lo sabía, de no ser así no habría podido conservar su puesto como "mejor amigo" de la eriza.

- ¿Quieres hacer algo hoy? - Preguntó desviando el tema. - Te puedo acompañar a la pastelería y saliendo de ahí podríamos dar una vuelta por el centro comercial, escuché que hay una nueva tienda de plantas, quisiera darle un vistazo.

Ella sonrió y le asintió, era cierto que deseaba mucho su cita arruinada, pero pasar el tiempo con el albino también era gratificante, siempre sabía como animarla incluso en el momento más bajo.

" Ring, ring", volvió a sonar su teléfono; rápidamente se levantó y abrió la aplicación de mensajes, con la esperanza de que fuera él, pero la decepción cayó en sus ojos de nuevo, o al menos solo por un minuto, puesto que la noticia que acababa de recibir le hizo dar saltos de alegría, desconcertando a Silver, quien bebía su café con una ceja arqueada esperando a que le contara que nuevo chisme tenía para él.

- Al final la comida no se va a desperdiciar. - le dijo con tono bastante alegre. - Adivina quién volvió. - cuestionó muy entusiasta, algo que hizo que los ojos dorados se sorprendieran y abrazaron sin pensarlo a su pequeña eriza.

Daba la casualidad que el team Sonic había vuelto de su última misión, había sido un largo periodo de tiempo, por lo que ellos extrañaban bastante a sus amigos, y finalmente hoy se volverían a encontrar como antes en el viejo taller de Tails, lugar de las reuniones de todo el clan.

Rápidamente los dos erizos prepararon todo de nuevo, agregando más platos y cubiertos a la canastilla y llevaron más bebidas para todos, puesto que sería una reunión grande, era hora de llamar a todo el equipo.

- ¿Les avisaste? - Preguntó el mayor a su pequeño amigo con colas, quien intentaba no desviar la vista del camino, conducir era complicado pero con esos 2 como copilotos la misión se volvía una tortura, siempre estaban peleando o canturreando canciones sin sentido sin parar.

- Claro que si, ¿Por qué privar a las chicas de ver nuestros bellos rostros de regreso? - Respondió el azul con su carisma característico, algo que hizo a ambos chicos rodar los ojos.

- Apuesto a que Amy estará emocionada. - Codeó Knuckels a Tails, quién dio un volantaso por la inercia al sentir el fuerte golpe en su hombro. - Rayos... debo moderar mi fuerza.

Receta De Felicidad (Entre Azul & Negro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora