Demeter

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Ceres, mejor conocida antes como Demeter, fue uno de los primeros planeta en formarse antes que Tierra, Venus, Mercurio, Marte y Theia, de hecho, ella conoció a Perséfone y a Heracles, solo que ella paso desapercibida por Sol, Cronos y Zeus, debido su tamaño, por lo mismo ella jamás corrió peligro, hasta aquél día.

Demeter pasaba de casualidad por la orbita de Heracles, ya que quería hablar con él, pero se topó con la discusión de Cronos y su amigo, por lo cual ella se escondió y, para su desgracia, vio como su amigo era desgarrado en mil pedazos y era atraído por la gravedad de Zeus, hasta ser parte de su masa. En ese momento ella quedo en shock al saber el peligro que corría ella y Perséfone; quería huir, pero no podía del miedo, lo que causo que Cronos la viera, y se acerca a ella.

-Demeter, ¿no?- Preguntó con bastante duda, dejando ver lo olvidable que ella era.

-S..sí-,respondió con miedo. Cronos y Zeus se miraron en silencio y, como si hablaran telepáticamente, asintieron.

-Bueno querida-, habló Zeus-, como eres tan insignificante para todos aquí, te salvas. -Estas palabras destrozaron a Demeter por dentro. -¡Pero! Si dices algo de esto a alguien, no tendremos piedad.

Demeter fue advertida y desde ese día no fue la misma, no se acercaba a Perséfone, aunque esta la necesitara por la "desaparición" de Heracles; dejo de hablar y se mantenía oculta en entre escombros que pasaban por ahí. Tres siglos después, más planetas aparecieron, dos parecidos a Cronos y Zeus, solo que se formaron en orbitas alejadas del Sol, cosa que les daba una ventaja para estar a salvo; también más planetas rocosos que, por alguna extraña razon, siempre aparecían cerca de Sol. En este caso, fueron cuatro rocosos que aparecieron: , Vulcano, Hestia, Artemisa y Orfeos.

Vulcano era el planeta más cercano al Sol, solo que por su personalidad no le terminó de agradar a su estrella. Artemisa era la siguiente, ella era dulce y amable, y sobre todo una alagadora, lo que causo simpatía al Sol. Perséfone, ella seguía siendo la favorita del Sol. Hestia, era casi igual de pequeña que Demeter, por ende pasó desapercibida por los grandes. Demeter, que era muy callada desde ese día. Orfeos, que fue quién reemplazo a Heracles; él era más tranquilo así que, casi no tenía problemas con Cronos y Zeus. Cincuenta años pasaron con relativa normalidad, hasta un día que Sol perdió la paciencia con Vulcano.

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En la actualidad Ceres se mantenía sola en el cinturón de asteroides escondida de Júpiter y Saturno, ya que todavía les temía. De hecho, ella pasó en el cinturón de asteroides desde esa masacre... Su habilidades sociales desaparecieron, al igual que su habla, la cordura quedo en cero, y siempre se mantenía a la defensiva, por eso cada vez que alguien se acercaba en su orbita, ella no dudaba en atacar.

Un día como cualquiera notó que Luna estaba con Calisto, cerca de la orbita de Jupiter, conversando de cualquier cosa, hasta que Saturno mencionó el nombre del satélite de Tierra, y ella se acercó; Ceres, curiosa por ver que Luna se acerca sin miedo a ser destruida (Ceres no sabía que ellos dejaron sus maldades atrás), y hablando con confianza y cierta "osadía," algo que hizo su atención fuera más fuerte. Cuando escuchó como Júpiter se hacía el que no sabía nada sobre el sistema solar primitivo o, mejor dicho, que tenía amnesia, hizo que Ceres sintiera un enojo imaginable. Por primera vez en miles de millones de años, saliera de su escondite/orbita, a enfrentarse a ellos después de que Luna se fuera de ahí.

Júpiter y Saturno ya estaban tranquilos, lograron esquivar a Luna y dejaron de pensar es Astrobola, todo bien hasta que vieron como su "Pequeña Escurridiza", se acercaba a ellos.

-Vaya, vaya. La insignificante Demeter-. Habló Júpiter al verla, lo que hizo que Ceres se detuviera de golpe por esas palabras. -Pensé que te habías ido del sistema solar como Iris.

Por su parte, Ceres se paralizo de miedo y no podía pronunciar ninguna palabra aunque no estuviera temblando del terror. Júpiter noto esto y se burlo por su perdida del habla.

-Ay, ¿la pequeña perdió su capacidad de hablar? Que triste-, con ese comentario los ojos de Ceres se llenaron de lágrimas de la colera, vergüenza y miedo-, pero mejor, porque así no hablas de lo que no tienes que comentar y sigues estando a salvo, porque ya sabes que si dices algo de esto a alguien, no tendremos piedad. ¡Y más si dices algo de esto a Tierra y Luna!

Después de eso, Ceres retrocedió y salió huyendo de ahí con pánico. Por parte de Jupiter, solo se limitó a ver que no había nadie escuchando y luego hacer como si nada volviendo hacer lo que de antes que llegara Luna y posteriormente Ceres. Con la última, ella volvió al cinturón de Asteroides llorando de la impotencia, vergüenza y miedo que sentía por lo que acababa de pasar, ahí de quedo en un estado disociativo recordando lo que había pasado antes; la masacre, la razón de que Sol nunca dijo e hizo nada, Vulcano.

Cenizas CelestialesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora