La Razon del Silencio

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El Sol, más mayor en edad y masa, que cuando se formó, vivió todos los acontecimientos de su sistema, el cuál le encantaba mandar y mantener un orden. Sin embargo, actualmente era más tranquilo y relajado, excepto a la hora de mantener la orbita de todos. Cuando era más joven, era más mandón y más histerico, pero con las orbitas más relajado. Él conoció a sus 32 planetas que orbitaron y orbitan sobre él, también conoció a las primeras lunas del sistema y vió todo lo que hizo Júpiter y Saturno en su juventud.

Pero, ¿por qué no hizo nada? Él también tenía su oscuro secreto para los demás, con el que Júpiter y Saturno lo chantajearon para ocultar el crimen que ellos iban a cometer. Sol miraba a Mercurio con anheló y orgulloso de él, pues era como su propia "creación". Mercurio era el remanente de Vulcano y Artemisa.
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Vulcano era un planeta rocoso más grande que el tamaño de Mercurio, de hecho estaba muy cerca del Sol, solo que por su personalidad no le terminó de agradar a su estrella. Era arrogante, gruñon, egocentrico y le gustaba tomar el control de todos, tecnicamente quería mandar como lo hacía Sol y eso no le gustaba para nada a la estrella, así que tenía el odio del mismo asegurado.

La relación con Vulcano con los demás también era complicada, solo se llevaba bien con Artemisa y, más o menos con Perséfone, los demás eran nadie tanto para él como los demás. No corría peligro (por lo menos con Zeus y Cronos), ya que como se llevaba mal con Sol, pues no era rival de atención. Pero debido a su personalidad, si corría peligro de un histérico Sol. Cada día que pasaba, el Sol perdía la paciencia, hasta que un día ocurrió la gota que derramo el vaso.

Un día normal como cualquier otro, Vulcano se sentía risueño ese día, y pasaba con su unica amiga, Artemisa, con la cual bromeaba y burlaba de todos, incluyendo al Sol. Su amiga, sabía que no debía hablar así y menos de su estrella, así que ella le dice:

-Vul, por favor para, si el Sol te escucha estaras en graves problemas...

-Querida-, le contesto sarcastico-, Sol esta con Cronos y Zeus, no escuchará nada. -Artemisa no dijo más, y solo siguió escuchando los "chistes" de Vulcano hacía el Sol, que más bien eran insultos.

Todo iba bien, Artemisa si se reía algunas veces y otras le parecia totalmente grosero, y todo iba bien hasta que el Sol se acerca y escucha uno de los comentarios de Vulcano.

-¿Sabes de que me enteré? -Le pregunta Vulcano a su amiga sin saber que estaba el Sol detrás de él. Artemisa vio el Sol atrás, ella negaba con la cabeza para que se callará, pero él no hizo caso y siguió. -Bueno, no entiendo porqué no, pero no me vas a detener... El Sol se volverá más, pero más loco que dentro de mil millones de millones de años, que su color cambiara a rojo y nos consumirá a todos. Lastima por él... Igual se merece la sol...-En ese momento, el Sol lo interrumpe con una voz grave y no aguda de costumbre.

-A ver, termina la frase. ¿Qué merezco?

-N...nada señor Sol-, intervino Artemisa, pero el Sol la calló.

-Hablo con Vulcano, no contigo querida... Ahora, ¡vete o te ira igual que él! -Artemisa obedeció y se alejó llorando de ahí, dejando a Vulcano solo con la estrella psicópata.

-Así que... Te estabas burlado de mí, ¿huh? -Vulcano empezó a temblar, eso hizo que el Sol sonreirá ligeramente-, ahora si estas cobarde, pero para hablar idioteces detrás mío, eres valiente... Supongo que, tendré que darte una pequeña y mísera lección, querido Vulcano.

El Sol se acercó ligeramente a él para calentar su superficie, sin embargo Vulcano empezó a huir de él, lo que causó una persecución donde terminó en la orbita de Artemisa. Vulcano se escondió detras de ella porque era más grande que él. El Sol, sin rodeos, se acercó a ambos, y no solo calentó la superficie de Artemisa y Vulcano, la gravedad hizo su trabajo y destrozó a esos dos planetas. Casi sus restos eran tragados por la estrella, pero al ver que había acabado con su segunda favorita, retrocedió con miedo y dejo ambos restros orbitar ahí. No solo ellos dos sufrieron consecuencias, no; Perséfone perdió su líquido azul por completo por la gran cercanía que Sol hizo al entrar en la orbita de Artemisa. Ahora ya no tenía tonalidades azules, algunas verdes y cafés, ahora era totalmente café y rojo, por las altas temperaturas que había en su superficie, en resumen se veía como cuando ella "nació."

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Sol seguía mirando como Mercurio jugaba con los demás planetas rocosos, no le gustaba tanto, pero no podía impedirlo. Su fascinación y sobreprotección que hacía el planeta más pequeño de su sistema solar, era por ver los restos plateado que se reflejaban en la corteza de Mercurio, que pertenecían a Artemisa, la cual asesinó sin intención.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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