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Capítulo 3

Las manos de Haerin apretaron uno de los cojines cuando el primer azote sonó a través de los altavoces. Nayeon sollozo "uno", inquietando a Haerin y tuvo que recordarse a sí misma respirar. Mirar esta pieza erótica estaba despojando a Haerin de su autocontrol y solo le quedaba rezar que Danielle no le esté prestando atención.

Haerin sintió un alivio cuando se dio cuenta que Danielle, efectivamente, no le estaba prestando atención. Cuando en realidad estaba más que consciente de su presencia, Danielle estaba concentrándose en no deslizar una de sus manos entre sus bragas y tocarse. Visiones de Haerin azotándola, reclamándola como suya invadieron su mente. Danielle no podía separar ambas acciones, así que en vez de eso solo trataba de no gemir.

"Dos... tres... Oh Dios... cuatro..." Nayeon continúo contando. Cada vez que Mina dejaba caer la paleta, un fuerte azote sonaba junto con los sollozos de Nayeon. Su trasero se estaba poniendo rojo y sus piernas empezaban a temblar.

"¿Tuviste suficiente, Nay?" Mina pregunto mofándose ligeramente.

"Puedo recibir más si eso te place." Nayeon respondió. Haerin hizo un sonido leve desaprobando la actitud, que Danielle captó inmediatamente.

—Muchas personas creen que la comunidad del bondage esta mal, puesto que usan a otra persona para su placer personal y creen que empoderar a solo una parte durante el sexo es cruel. Pero la realidad es que tanto la ama como la sumisa tienen un buen grado de confianza y ambas se benefician por igual. A Nayeon le gusta ser dominada y usada por Mina y decir esas palabras también la place a ella. —Danielle acotó.

—Gracias, Google —Haerin trató de bromear, pero su voz sonó rasposa y casi sin aliento.

Ambas miraron a la pantalla cuando la Ama Mina habló nuevamente. "Creo que en vez de eso quiero meter mis dedos en tu coño"

Esta vez fue el turno de Danielle para soltar un gemido casi imperceptible, los ojos de Haerin lanzaron una mirada a Danielle.

—Hey... uh ¿Dani?

—¿Sí, Hae? —Danielle trató de sonar inocente.

—Esos um... tus jeans lucen algo incomodos —Haerin se sonrojó cuando las palabras salieron de su boca, volteando su cara inmediatamente hacia la pantalla.

Danielle sabía lo que Haerin estaba haciendo. Estaba claro que Danielle estaba incomoda, constantemente acomodándose en el sillón y Haerin le estaba dando una salida para que no se sienta avergonzada. Hubiera sido un gesto muy dulce de haber sido en otro día.

—Lo son. No pensé que aun los tendría hasta estas horas de la noche —No estaba mintiendo del todo.

—Entiendo. Puedes quitártelos si deseas —Los ojos de Haerin jamás dejaron la pantalla donde Mina estaba desatando las manos de Nayeon lentamente.

Danielle se paró, desabotonó y bajó el cierre de sus jeans, deslizándolos de sus piernas. Quitándose los zapatos en el proceso también, quedandose tan solo con su blusa y una simple braga negra. Haerin logró ver su pequeño y tonificado trasero y sofoco un gemido.

Danielle se sentó nuevamente, doblando sus piernas bajo ella, Haerin se concentró en la TV.

—¿Mejor?

—Mejor. Gracias —Danielle susurró mientras Nayeon bajaba las manos contra el piso cerca de su cabeza.

Mina poso sus manos sobre el trasero de Nayeon, separándolo ligeramente. "Tantos pequeños y calientes hoyos. ¿Cuántos dedos puedes soportar ese apretado coño tuyo?"

Nayeon tembló, un ligero gemido escapando de sus labios. "Cuantos desee Ama. Estoy aquí para complacerla"

"Y por eso serás recompensada, Nay." Mina deslizo dos dedos profundamente en Nayeon. El gemido en voz alta que soltó, hizo que las caderas de Haerin se movieran ligeramente hacia adelante. Danielle jadeó.

Mina deslizó sus dedos hacia adentro y afuera un par de veces. Los gemidos de Nayeon resonando en la habitación. "Oh si..."

"Buena chica. Déjame escuchar esos gemidos de placer"

Danielle miró a Haerin y se mordió el labio.

—Hae, tu también puedes quitarte algo si quieres. Tu ropa es probablemente es igual de incomoda que mis jeans.

Haerin asintió, agarrando su top mientras se lo quitaba, exponiendo su abdomen y un simple brassier morado oscuro.

Haerin y Danielle sabían que esta situación estaba saliendose de control un poco, pero ninguna de las dos se estaba quejando y ambas simplemente la dejaron seguir. Estaban igualmente excitadas y no querían que acabe.

Haerin se relajó sobre los cojines, ambas manos hechas puños hacia cada lado. La cámara hizo zoom a el trasero de Nayeon que estaba elevado, dejando ver cuan mojada estaba. Los largos dedos de Mina se deslizaban adentro y afuera de su sexo, extendiéndolo y dilatándolo.

"Oh gracias." Nayeon habló rasposamente, arqueando su espalda hacia atrás aferrándose a la alfombra bajo sus manos.

"Buena chica" Mina le reconoció, su otra mano moviéndose alrededor de Nayeon para tocar su clítoris. Exasperando un grito presionó sus caderas hacia abajo.

—Oh Dios... —Danielle no pudo evitar reaccionar y las palabras se le escaparon de los labios.

Haerin la escuchó y enseguida volteó a verla. Sus manos estaban aferradas a sus muslos apretándolos y su respiración se hizo pesada. Haerin sabía que Danielle en ese momento estaba más excitada de lo que creía.

Encarando nuevamente la pantalla, la mente de Haerin empezó a correr a mil por hora. Pensamientos de Danielle desnuda y rogando por ser follada, cómo sería su sabor, que haría Danielle si Haerin apagara la TV y la poseyera ahí mismo en el sillón. Haerin tragó saliva con dificultad de tan solo pensarlo.

"¿Me puedo correr?" las palabras desesperadas de Nayeon sacaron a Haerin de sus pensamientos internos.

"Aun no, Nay" Aunque Mina dijo no, sus dedos no pararon de deslizarse repetidamente en la humedad de Nayeon ni el toqueteo en su clítoris. Por el contrario, acelero su ritmo.

"Oh Dios... Ne... Necesito correrme. ¡Por favor!"

"Sé paciente" el cuerpo de Nayeon estaba temblando por tratar de aguantar su orgasmo. Ojos apretados y cerrados, su cuerpo tenso, Nayeon estaba gimiendo en voz alta.

Danielle y Haerin no podían separar sus ojos de la pantalla. Ambas estaban con las piernas apretadas tratando de deshacerse algo de la presión y estaban lamiéndose los labios.

"No puedo... Mina... por favor..." Nayeon rogaba nuevamente, todo su cuerpo tratando de contener el placer. Sin embargo, fue demasiado para ella. Gritando cuando se corrió. Sus caderas se sacudían violentamente y Nayeon cayó, colapsando sobre su estómago mientras su orgasmo iba disminuyendo.

Mina sacudió su cabeza desaprobatoriamente, limpiándose los jugos húmedos de sus dedos en su trasero. "Tsk tsk tsk Nayeon... Yo no te di permiso"

Nayeon jadeó "Lo siento, Ama"

"No hay excusas, Nayeon. Tendrás que reponerme y dejar que te castigue"

Haerin se mordió el labio. Nunca pensó que este tipo de fantasías la ponían, pero de repente Haerin tuvo un fuerte deseo de dominar a Danielle.

"Lo que sea para complacerte, Mina"

Danielle y Haerin estaban sin respiración para cuando el primer corte comercial empezó.