Capítulo 9

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Danielle despertó de su siesta. Algo confundida, se sentó rápidamente olvidando que sus manos aún seguían esposadas. Sintiendo las ataduras apretar sus muñecas miró hacia abajo y los recuerdos llegaron a ella. Una sonrisa se dibujó en su rostro y pudo escuchar el juego de baseball sonando en la sala.

Estirándose lo mejor que pudo con sus manos atadas frente a ella, se dirigió a la sala. La pasión se encendió en ella cuando vio a Haerin sentada en el sillón, sobando tranquilamente la polla atada a ella.

Oyendo sus pasos Haerin volteó su cabeza mientras Danielle se acercaba al sillón.

—¿Estuvo buena tu siesta?

Asintió y sonrió.

—Sip. Pero ahora estoy lista para que me tomes de nuevo.

Haerin gruñó en placer. Maldición esta mujer. Se va con todo, de frente a lo que quiere. Danielle sonrió ante la reacción causada.

—Ven aquí —Haerin se deslizó un poco hacia el filo del sillón. Si Danielle estaba ansiosa por hacerlo, Haerin también. Ya habría tiempo después para discutir lo que todo esto significaba, pero no ahora. Danielle se acercó parándose frente a Haerin.

Cogiendo sus muñecas, Haerin la liberó de las esposas. Después de depositar un beso delicado en cada muñeca besó su estómago— Ponte de rodillas.

Danielle asintió con una sonrisa pervertida, se arrodilló. Piernas tonificadas separadas permitiendo a la contraria acercarse más. Danielle se lamió los labios y levantó su mirada hacia Haerin. Sus ojos se habían puesto oscuros otra vez. Sentándose en el sillón mientras Danielle dormía le había permitido a su cerebro alucinar y Haerin llegó a la conclusión de que había una cosa que quería ver a Danielle hacer.

—Chúpala — demandó en una voz ronca.

Normalmente, Danielle estaría espantada del descaro del pedido si hubiera sido un hombre, pero se encontró deseosa de complacer a Haerin.

Esta era una nueva experiencia para ambas. También sabía que si se negaba probablemente Haerin se lo tomaría a pecho y saldría corriendo, como la mayoría de hombres lo hubieran hecho.

Inclinándose hacia adelante, Danielle paso su legua por la punta de la polla. Haerin gimió ligeramente. Danielle depósito un beso en la punta antes de deslizarla entre sus labios lentamente. Apenas empezando a succionarla, Danielle se alejó, dejando su lengua trabajar alrededor de ella.

Danielle podía sentir los ojos de Haerin en ella mirando cada movimiento. Deseando provocarla y excitarla aún más, Danielle lentamente deslizó cada centímetro del juguete hacia adentro en su garganta. Empujandolo hacia adentro y afuera un par de veces antes de retirarla. Las manos de Haerin se aferraron al sillón.

—Dios, Danielle. ¿Puedes hacer eso de nuevo?

Mojándose los labios Danielle se acercó hacia adelante. Esta vez sin embargo mientras tragaba la longitud de la polla, deslizo sus manos bajo el arnés y metió dos dedos dentro de Haerin.

El jadeo de un gruñido fue escuchado y Haerin se controló para mantener sus manos quietas y enterradas en el sillón. Su deseo, de coger la cabeza de Danielle desde atrás y dar estocadas en su boca, la superaba.

Danielle se alejó para tomar aire, deslizando aun sus dedos dentro de Haerin. el movimiento era limitado debido al arnés, pero a Haerin no parecía importarle. Al contrario, se sentía más apretado, los dedos de Danielle atrapados, enterrados en ella. Cuando levanto la mirada para observarla, Danielle se dio cuenta de los puños aferrándose al sillón. Una sonrisa apareció en sus labios.

Meneado sus dedos y lamiendo la punta de la polla miro el estado de felicidad de Haerin.

—Hazlo, Haerin.

What watching porn with your best friend could do ' ᴰᵃᵉʳⁱⁿ 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora