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Advertencias : mención de sobredosis, uso de drogas, SLOWBURN , olor pervertido, estilo perrito, dubcon (solo para estar seguro), sexo oral ( f!receiving ), ANGST , fluff, sexo en público, posición de vaquera, final feliz.
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Satoru Gojo sufrió una sobredosis el 31 de diciembre. Esto sacudió como nunca al grupo de amigos, además fue la peor manera de empezar el año. Fue dado de alta del hospital una semana después de su ingreso, un deseo de sus padres, que no querían que se corriera la voz de que su prestigiosa familia tiene un hijo drogadicto.
Han pasado algunas semanas desde entonces, todos están aquí para ayudarlo, tratando de animarlo y concentrarlo en otra cosa. Claro que es difícil, ninguno de ustedes es profesional y él no tiene el tratamiento que necesitaba. Lo mejor que puedes hacer es estar aquí para él. Personalmente, nunca has sido muy cercano a Satoru, en el grupo de amigos eres más cercano a Megumi, Nobara, Yuuji y Sukuna. Su ruido y su carácter desagradable te desconciertan un poco, pero ahora te sientes culpable, ¿fue la droga o su personalidad?
Alisándote la parte de tu cabello, tocas la puerta, estás de servicio como niñera esta noche, estás nervioso porque es la primera vez que solo estarán tú y él, por lo general hay otras personas alrededor. Hoy no había nadie más disponible. El grupo se fue de fiesta y pensaron que era una muy mala idea traerlo a este tipo de ambiente dado que la última vez que fue casi muere. Yuuji te preguntó si podías cuidarlo porque sabe que no eres un gran fiestero.
La puerta se abre y Satoru te da la bienvenida con una sonrisa maliciosa. Quitándote los zapatos lo sigues hasta la sala de estar.
"Entonces, ¿cuál es el programa esta noche para que me culpes de cuna hasta que me duerma?" pregunta, masticando ruidosamente un chicle.
"En realidad, no. Suguru me dijo que me sintiera como en casa así que... ¿Ya comiste?" preguntas, sacando el tupperware de tu bolso.
"Hmm no, realmente no tengo hambre y esto se ve asqueroso", dice señalando tu comida.
Pones los ojos en blanco y te diriges a la cocina. Satoru te sigue. Colocando la comida en dos platos los lanzas al microondas. Cruzas el brazo sobre el pecho mirándolo. Él simplemente te mira fijamente con un brillo curioso en sus ojos; No se intercambia una palabra pero el silencio es confortable. El timbre del microondas te devuelve a la realidad y le das un plato, volviendo al salón.
