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La habitación de Yuki se encontraba hecha un desastre, había ropa distribuida por todo el piso, maquillaje desordenado en el escritorio. Luego de modelarles a sus amigas más de 20 outfits se terminó decidiendo por una falda negra, un suéter beige acompañado de una camisa blanca por debajo, y unas botas negras que le llegaban un poco más abajo de las rodillas.

Asami se encargó de maquillarla, le hizo algo simple y natural. Yuki estaba terminando de planchar su pelo con ayuda de Kurumi, y se pudo escuchar el timbre sonar. Las tres se miraron entre ellas.

Yuki se vio una última vez en el espejo y fue a abrir la puerta, encontrándose a un Daichi algo nervioso con un ramo de flores en sus manos.

- ¡Hola! Ten, son para ti --- dijo extendiendole unos lindos tulipanes.

Yuki las tomó y las olió -- Son hermosas --- dijo con una sonrisa.

Detrás de ella se asomaron las otras dos chicas y les gritaron.

- ¡Cuídala bien, y no lleguen tarde! --- Dijieron ambas al unísono. Una mirada asesina se llevaron por parte de Yuki, quien dejó las flores en un florero y salió cerrando la puerta.

--- ¿Vamos? --- le preguntó al capitán.

--- ¡Claro! --- respondió y le ofreció su ante brazo. Yuki lo tomó algo nerviosa.

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Se encontraban Daichi y Yuki, sentados en una banca, cada uno con un helado en su mano, el de él de chocolate y el de ella de vainilla.

Se encontraban hablando tranquilamente sobre sus equipos, y amigos.

Yuki sin querer manchó su mejilla con helado,  Daichi al notarlo, la ayuda a limpiarse, pero mantiene su mano allí, en su pómulo izquierdo, acariciandolo suavemente.

--- Mmm? --- Dijo casi inaudible ella mirándolo a los ojos por primera vez en toda la tarde, encontrándose con esos hermosos ojos marrones. --- ¿Tengo algo en la car-? --- fue interrumpida cuando Daichi besó sus labios de manera dulce y lenta.

El momento se volvió eterno, sentían como todo a su alrededor desaparecía, ambos lo habían esperado por mucho tiempo, era perfecto como sus labios se conocían delicadamente.

Lentamente se separaron, mirándose el uno al otro, permanecieron un rato así, como si de alguna manera se estuvieran diciendo a través de sus miradas todo lo que sentían.

Luego de ese pequeño trance, Daichi sonríe y aparta su mano, reincorporandose en su lugar y terminando su helado, cosa que Yuki imita. Los dos con un leve sonrojo y sus corazones acelerados.

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--- Entra y yo me voy --- reprochó el capitán.

--- Entraré cuando te vayas --- respondió Yuki cruzándose de brazos.

Estaban en la puerta de la casa de Yuki, teniendo una mini discusión.

La puerta detrás de ellos se abrió.

--- ¿Qué hacen? --- pregunto Asami con una ceja levantada.

--- Nada, nada, nos vemos Daichi, ten cuidado, avísame cuando llegues, si?--- habló rápidamente Yuki, se despidió con un beso en la mejilla y entró a la casa empujando a Asami. Dejando a él capitán con un leve sonrojo.

Una vez adentro, y viendo al capitán marcharse, suspiró y al darse vuelta se encontró a sus dos amigas, ambas con grandes sonrisas.

--- ¿Y ustedes que tienen? --- preguntó.

--- No te hagas, ya, dinos todos los detalles --- dijo Kurumi acomodandose sus lentes.

--- ¿Hubo beso? --- preguntó Asami.

Esa noche, las tres tuvieron una larga noche, y no se pasó ningún detalle desapercibido.


Sólo Él - Daichi Sawamura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora