El castaño, sabía que su familia lo estaban viendo, sus hermanas con asombro, su madre con una gran sonrisa apenas y su padre analizando la situación, eso era un fastidio para el hermano mayor de la familia Kim.
Hwang hizo una leve reverencia cuando estuvieron al frente con una sonrisa burlesca, Kim hizo lo mismo, pero con una expresión seria, y recalcando que no estaba disfrutando el baile para nada.
Cuando acabo salió de ahí sin terminar el último paso, fue hacia una bandeja para tomar vino de un trago.
— Hay algo que no me has contado —dijo Jisoo cuando llego a su lado con una sonrisa leve, y se abanicaba por el calor que hacía en la sala.
— No hay nada que contar —se metió una fresa a la boca queriendo dar por terminada la conversación.
— Vamos Seungmin, dime, sucede algo con el joven Hwang. Había tensión en su baile, aunque cabe decir que tu no estabas para nada interesado —pensó la menor recordando el baile de hace poco.
— No había nada —apretó sus labios cansados— me voy primero, estoy cansado de esta horrenda causa.
— Seguro —se encogió la pelinegra en su sitio viendo como cierta persona miraba en su dirección— pero quizá alguien quiera hablar primero contigo —señalo con su mentó cierta dirección donde su hermano miro soltando una maldición, viéndolo tomar un ultimo dulce más.
— Me voy. Disfruta Jisoo.
La pelinegra asintió despacio viéndolo desaparecer por la puerta, que a los pocos segundos el mismo Hwang salía por la misma.
Por otro lado, la señora Sungjeon estaba conversando con otras mujeres, quienes hablaban de lo felices que estaban por sus hijas por haber contraído matrimonio ya con familias, haciendo sentir inferior a la señora Kim quien solo sonreía aduras penas, y aliviada de ser ignorada porque la vergüenza hubiera sido peor si le preguntaba por su hijo mayor y sus hijas.
Los Park bailaron con cada una de las chicas que se les acercaba por educación, pero Chanyeol solo pudo ser cautivado por una de tantas ellas que había sido sincera a cuanto conocer desde lo profundo.
— Te sugiero que busques a otra chica —dijo el mayor haciendo una reverencia a muchachas que pasaban, sintiendo la mirada del menor— su familia es pobre, que será de nosotros si te casaras con ella.
— ¿De cuándo aquí hemos visto el estado económico de una persona? —frunció sus cejas.
— Es solo un consejo hermanito, por tu bien y por el mío.
Fuera de la fiesta de bienvenida se encontraba Kim caminando ignorando el hecho que quien no quería ver lo estaba siguiendo.
— ¿Qué haces? —freno sus pasos cansados, dándose la vuelta para mirarlo, la distancia no era mucha, pero si suficiente para ser escuchado y no poner de los nervios al castaño.
— Solo, quiero hablar contigo... —dio un paso, pero fue en vano porque el acanelado retrocedió.
— Pues yo no, regresa, todos están esperando por ti.
— ¿Y tú? —pregunto con cautela— ¿tú no esperas por mí?
— ¿Por qué lo haría? —enarco una ceja, sonrió de lado— apena sabia de tu existencia si no fuera por mis hermanas.
Hyunjin apretó sus labios y asintió, debía reconocer que no era el momento si Seungmin no ponía de su parte.
— Supongo que... —le miro notando como nunca le había evitado la mirada desde que salió.
— Fue un gusto —hizo una leve reverencia ante el pelinegro y se retiró.
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Libro de Amor (Yuanfen) HYUNMIN
RomanceEl sol tocó su punto en el cielo, haciendo que varios rayos de luz se vieran por todo el pequeño pueblo de B'Teams, pero eso no era lo único, sino los que vivían en ella. Toda la gente era demasiado noble, se ayudaban entre sí, festejaban como en fa...