Seungmin se levantó temprano luego de la insistencia de su hermana Jisoo unos días para acompañarlo en comprar nuevos listones para sus vestidos, debido a querer opinión masculina.
Por lo que ahí se encontraba Kim, sostenido una sombrilla para su hermana que miraba cintas de colores en un puesto de las calles del pueblo, preguntándole cual se vería mejor.
— ¿Y este? —dijo Jisoo por decima vez con una sonrisa, mostrando entre sus manos enguantadas un lazo color rojo vino.
— Se ve bien —comento con una sonrisa de labios, cansado.
— Anda Seungmin, se sinceró —frunció sus cejas.
— Jisoo —inhalo para tratar de refrescarse en ese calor que sufría por estar expuesto al sol— mi opinión realmente no es de tu interés, has ignorado completamente las 9 veces que te dije que sí.
— 10 veces —corrigió— ves que no prestas atenciones —se giró para seguir mirando las cintas que la tienda ofrecía.
Dejo caer la sombrilla, Kim se asusto cuando sus hermanas, Dahyun y Yeri gritaron de la emoción al ver a una persona.
— El joven Hwang esta en la tintorería —Yeri empezó a acomodarse el cabello para luego mirar a su hermano mayor— Minnie —dijo melosamente.
— Lo que sea que pase por tu cabeza y este contagiando la de Dahyun —señalo a la peliblanca que trataba de ver por la ventana a la otra tienda— es un rotundo no.
Jisoo sonrió entre labios al ver la cara de desilusión de las dos, con respecto a hablar con un hombre aclamado por la gente.
— Mi mamá se va a enterar —acuso Yeri señalándolo, sabiendo que esa una conducta borras en la sociedad.
La puerta de la tienda sonó y los cuatro hermanos se quedaron callados al ver a Hwang pasar con Park menor quien miro a Jisoo por unos instantes.
— Joven Kim —dijo Hyunjin, con un libro en su mano de tapa violeta, algo gastado.
— Joven Hwang —ladeo su cabeza, viendo como sus hermanas hacían una reverencia en respeto por esas dos personas— Veo que termino de leer Querida futura reina.
Hwang dejo salir una sonrisa nasal pero que hizo que mostrara su dentadura, mientras extendía le libro apenas rosando los dedos de Seungmin para volver a retirarlo.
— ¿podríamos hablar? —señalo la calle.
El castaño apretó sus dientes, sin poder entender del todo a la persona que estaba frente suyo, sin poder descifrar las intenciones que bien podrían ser juzgadas más de lo que al parecer ya eran.
— Estoy con mis hermanas —aclaro.
Hyunjin asintió entendiendo, y miro a su primo que no había hablado en ningún momento, dirigiendo su mirada a la hermana que bajo sus ojos cuando la agarro mirándolos entre sí.
— Supongo que es hora de retirarme —sentencio haciendo una pequeña reverencia— con su permiso.
Ambos muchachos se retiraron y Seungmin estuvo abarrotado de preguntas que no tenia ganas de responder y de miradas ajenas a las cuales no les debía nada.
Cuando llego a su casa ignoro las palabras de su hermana que empezaba a relatarle la tarde a su querida madre que con la intensión de detenerlo no lo logro, en cambio el padre de Kim suspiro y se metió a su oficina.
Seungmin empezaba a molestarle la situación en demencia, le encantaría ir y gritarle a Hwang que lo dejara en paz, que lo que pasara en su cabeza...
— ¿Qué es lo que pasa por tu cabeza? —dijo angustiado, tapando su rostro.
El castaño aun que pensara miles situaciones de un porque, quedaría como un tonto si no era así, si solo el duque tan solo quería una amistad lo cual era aun peor para él, para su familia.
Decidió que era mejor darse una ducha por lo que se preparo y camino silenciosamente al cuarto de baño; el agua fría recorrió su cuerpo y su mente dejo de pensar demasiado.
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Libro de Amor (Yuanfen) HYUNMIN
RomansaEl sol tocó su punto en el cielo, haciendo que varios rayos de luz se vieran por todo el pequeño pueblo de B'Teams, pero eso no era lo único, sino los que vivían en ella. Toda la gente era demasiado noble, se ayudaban entre sí, festejaban como en fa...