Libro de Amor (Yuanfen) HYUNMIN

21

Kim Seungmin, había decido pasar su tarde fuera de casa, claro sin antes pasar por la tienda de libros donde la señora Bennett lo recibía con una expresión cansada.

Observo los libros apilados al lado de sus piernas, uno de tapa negra, marrón y uno rojo color sangre, bajo el libro que tenia en sus manos, se apoyó en el árbol sin antes dedicarle una mirada a su caballo que se había recostado en pasto.

Sintió la brisa de la tarde chocar a su rostro despeinando más de lo que ya estaba su cabello algo largo, recordó que su madre quería cortárselo, pero salió corriendo fuera de sus manos.

Soltando un suspiro se estiro para tomar dejar el libro y tomar el negro.

"Como si fuera la primera vez" apretó sus labios, su mente no ayudaba, tampoco el hecho de estar ahí, porque en ese lugar lo había visto, caer, con la ropa toda desacomodada, fingiendo no conocerlo.

Observo el cielo, sus ojos se cerraron por unos instantes, respiro calmadamente, llevo su mano derecha a su corazón que daba golpes frenéticos.

Había caminado por el pueblo un montón de veces, se decía que él pasaba por ahí cada mañana, llegaba a un bar, estaba un rato y luego se retiraba, y aunque el castaño decía que solo iba a la tienda de la señora Bennett, sus ojos miraban cada lugar, buscando ese cabello negro, esa altura, esa mirada que no encontraba.

Su madre, sin preguntarle siempre decía en el desayuno verlo por las tiendas de repostería, que estaba más alto, que se había cortado el cabello y estaba algo bronceado, pero a Seungmin le costaba mucho imaginar esa apariencia.

Frunció sus cejas cuando escucho algo por su lado izquierdo, abriendo sus ojos, asomándose por un extremo del árbol seco, observando como su caballo estaba de pie, comiendo de la palma de una persona que no podía observa debido a que Amigo tapaba desde su torso a su rostro, solo noto las botas marrones y el pantalón negro.

Se puso de pie, limpio parte de su trasero, tomo los libros y camino hacia ellos.

— Qué bonito eres.

El castaño frunció sus cejas al comentario, inclino su cabeza notando a la persona, un hombre de cabello negro que sonreía mientras acariciaba al caballo, que no mucho después noto su presencia, su tez estaba bronceada, Kim noto la camisa negra arremangada hasta sus codos, por un momento pensó verlo, pero no era él.

— Lo siento, ¿es tu caballo? —el hombre consulto, había notado el silencio.

— O-oh, si —apretó sus labios— gracias por alimentarlo, no tenías porque —se acercó al asiento donde estaba el bolso guardando sus libros.

— ¿Te gusta leer?

Kim frunció sus cejas, observo al desconocido.

— Disculpa mi insolencia, me llamo-

— ¡Oye, Bangchan!

— Uy, me encontró.

Seungmin trato de esconderse detrás de Amigo, jamás hubiera pensado que ese día se iría a encontrar con él, lo habría buscado con la mirada, lo habría anhelado durante un largo tiempo, pero ¿Qué seguía después de un encuentro?

— ¿Qué haces acá? —bajo de su caballo, el castaño podía observar las suelas de sus botas por el otro lado, conversando con quien seria Bangchan. Él no está preparado.

— Sali a caminar un rato...

Kim, tomo lentamente las correas de su caballo, y aunque sabia que seria notado empezó a retroceder por el camino a su casa, acaricio el hocico de su animal y siguió, pero podía sentir, desde una distancia prudente una mirada confusa, y el no voltearía la mirada porque había pasado mucho tiempo como para suponer que sus sentimientos se habían desvanecido como el inverno al igual que el calor de su tacto.

Agacho la cabeza, apretó su mano a la correa, se subió a su caballo y tiro de ellas.

La razón por la que Seungmin siempre se refería a Hyunjin como "Él" es para tratar de olvidar sus sentimientos por él, porque aun no puede.

Y volví con este capitulo, porque tuve tiempo el viernes pasado jiji.