Limpio la capa de sudor en su frente y removió su cabello aun costado, metió la blusa dentro de su pantalón, y alzó sus botas de cuero negro limpiándolas del polvo y poco de eses de caballo que piso camino al palacio.
Con la espalda bien erguida y mentón bien elevado, camino hacia las puertas abiertas por los mismos guardias que se inclinaron y volvieron a su postura cuando se cerró el salón.
— ¡PRIMO!
El joven Hwang rodó sus ojos, y dio dos pasos hacia atrás cuando visualizo a su conocido querer abrazarlo.
— ¿Tengo que repetir que no me gusta el contacto? —lo miro de lado, con una pizca de insuficiencia.
— ¿Pero si te andas cogiendo a mujeres —soltó una carcajada— me vas a decir que no usas el contacto ahí?
— No voy a quedarme a hablar contigo —paso a su lado y escucho una risotada más, frunciendo sus cejas al ser juzgado y sentir la burla.
— Si, que no perdiste el tiempo.
Alzó su mano y el dedo del demonio.
Subió los escalones escuchando todo muy silencioso desde que llegó a la segunda planta, recordó al chico de la mañana y eso le inquietaba, nunca había visto un cuerpo tan definido, nunca por un hombre.
Ayer por la noche visualizo a todos con cuerpos anchos y con músculos, pero, él era otra historia, claro puede que tenga brazos con pequeñas curvas, pero todo estaba bien proporcionado. Y tal vez se le quedó mirando cuando se dio la vuelta a no sabía dónde, pero esperaba verlo otra vez.
Entró a su habitación y empezó a desvestirse prenda por prenda, hasta ir al baño propio que tenía y abrió el caño esperando que la tina se llenara de la misma agua, sostuvo en sus manos un tazón donde estaba el jabón y lo lanzó a la misma tina y unas gotas de aromatizante en el mismo.
Entró cuando cerró el grifo de agua y sin importarle si mojaba el suelo, se sentó con brusquedad y empezó a quitarse el olor a uva fermentada.
Cuando finalizó en quitar sudor y olor, se levantó del mismo, salió escurriendo agua por los suelos y agarró una toalla doblada de los estantes, sosteniéndola desde su cadera; salió del cuarto de baño y visualizo su nueva muda ropa, pensando que la mucama había entrado a dejarlas, ya que siempre necesitaba unas botas bien lustradas.
Vistió la blusa crema con escote y luego los calzoncillos con el short y el pantalón ajustado en los muslos y algo suelto, se dispuso a ponerse las botas altas y luego el jersey rojo vino, desenredo el cabello y salió de su cuarto.
— Hyunjin —rodó los ojos al escuchar otra vez a su primo en el día, tal vez si lo dejaba tirado en una carretera consiguiera amigos, tal vez de un pueblerino o animal— perdón por molestar, pero ¿Quieres ir a una celebración hoy en la noche?
— ¿Yo? —se apuntó a sí mismo.
— Pues, aunque suene absurdo, si tú, mi hermano menor también irá claro.
— Pero ¿Yo a qué iría? —frunció sus cejas intrigado por la respuesta de Park.
— Acabas de llegar, y se hizo noticia tu llegada por todo el pueblo, aparte casi nadie sabe realmente quién eres en persona, solo conocen tu nombre y uno que otro dibujo mal hecho, pensé que si todo el pueblo de B'teans estaría presente, podrías-
— ¡ALTO! —el mayor puso su mano enfrente del rostro de su familiar— ¿Todo el pueblo? Exactamente ¿Todos irán? sería una gran pena que me mientas Park.
— ¿Insinúa que te miento? —Miro al pelinegro, analizando la situación un rato por dichas palabras y sonrió en grande— ¿Acaso conociste a alguien? —lo miro pícaramente, pero antes que pudiera refutar algo fue interrumpido— claro que si no vas a poder ver...
— Iré.
Se dio media vuelta, sin antes escuchar gritar a Jimin.
— ¡Es a la puesta del sol, debes de ya estar listo, el carruaje vendrá a recogernos!
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Libro de Amor (Yuanfen) HYUNMIN
RomansaEl sol tocó su punto en el cielo, haciendo que varios rayos de luz se vieran por todo el pequeño pueblo de B'Teams, pero eso no era lo único, sino los que vivían en ella. Toda la gente era demasiado noble, se ayudaban entre sí, festejaban como en fa...