Capítulo 14.

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Ni bien se había terminado de hacer la idea y ya había llegado el dichoso viernes de fiesta. Jungkook estaba resignado, echado en su cama como estrella de mar mientras sus amigos y amiga desbarataban su closet sacando prenda por prenda para elegir el mejor outfit. No tenía todos los ánimos del mundo, mucho menos ganas de socializar con más adolescentes, sin embargo, luego de ver los ojitos suplicantes de Hyuna no pudo negarse a acompañarlos.

Sintió como su cama bajaba un poco y al girar su mirada se encontró con Hoseok, quien lucía agotado.

—Okay, discutir con Hyuna y Seokjin es una perdición —escuchó la queja luego de un suspiro ahogado. —Les digo: la camisa negra sin mangas queda perfecto, ellos dicen: no; les digo el pantalón ancho, ellos dicen: no; les digo que Jungkook escoja, ellos gritan: ¡no!; son imposibles, dejemos de ser sus amigos, por fa.

Jungkook rió ante la queja de su amigo, esos tres eran un caso y él en verdad no quería lidiar con ellos para ese momento, se pondría lo que escogieran e iría a la fiesta para hacer acto de presencia. No deseaba salir, no quería prácticamente nada, pues su corazón solo le pedía un tiempo de tranquilidad para sanar las grietas que se han venido formando desde que conoció a Taehyung.

Las cosas desde que dejaron de hablar no iban muy bien, sentía un vacío en su pecho hacerle compañía día y noche y sus pensamientos nunca se alejaban del precioso pelirrojo. Mucho menos, cuando habían tenido un mínimo contacto hace poco, su pecho había saltado de emoción y sus brazos picaban por abrazarlo.

Eso le molestó, estaba muy molesto consigo mismo por no poder deshacerse de esos sentimientos tan rápido como deseaba, no quería continuar derramando lágrimas ni pensar en sus ojos tristes todos los días. A Jungkook podría gustarle mucho Taehyung, pero no se perdería por ello, tal como le dijo su madre ese mismo día cuando decidió dejar las tutorías y lo vio llorando como un niño mientras acariciaba a Lucky.

"Nunca, Jungkook, destroces tu corazón por sanar el de otra persona", le dijo y sintió esas palabras tan sinceras que su pecho dolió aún más, si es que era posible. Entendía a su madre y también su punto, pues la vio perder toda su esencia tratando de salvar a su padre. Debía superar a Taehyung y esos sentimientos que se paseaban por su ser cada vez que lo veía. El pelirrojo gustaba de esa linda chica y él no podría hacer nada contra ello.

—¡Jungkook! —el grito de Hoseok lo sacó de sus pensamientos en un dos por tres. —No estás escuchándome.

—Lo siento, Hobi. ¿Qué decías?

—Te estaba diciendo que Taehyung va a ir a la fiesta —Jungkook giro su rostro con rapidez, viendo a Hoseok alejarse por el brusco movimiento.

—¿Qué?, ¿cómo sabes? —pregunto sentándose en la cama para poder procesar lo anterior, ¡lo que menos quería era ver al mayor!

—Bueno, sabes que hace una semana tuve la reunión estudiantil y Jimin también es el representante de su aula..., el punto es terminamos hablando y le pregunté si iba a ir con sus amigos y dijo que sí —sonrió con inocencia, mostrando sus brackets ahora decorados con cauchos azules.

—¿Y por qué estabas preguntándole algo así?

—Es que..., quiero que tu y Taehyung se perdonen, se besen, sean novios y adopten un cangrejo para llamarlo Otto —casi gritó para dar a entender su punto.

Okay, Jungkook no iba a preguntar por qué su mejor amigo estaba fantaseando con ver su shipp convertirse en realidad, menos en la adopción de un cangrejo como mascota. Pero no podía, simplemente no podía ir, ver a Taehyung y hacer como si nada, como si no sintiera su corazón destrozarse cada vez que mira sus ojos almendrados.

Metanoia [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora