𝓤𝓷𝓪 𝓬𝓸𝓷𝓮𝔁𝓲ó𝓷 𝓭𝓲𝓶𝓮𝓷𝓼𝓲𝓸𝓷𝓪𝓵

𝙽𝚞𝚎𝚟𝚊 𝚛𝚎𝚌𝚕𝚞𝚝𝚊 𝚢 𝚞𝚗𝚊 𝚏𝚒𝚕𝚖𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗

—Muy bien, ¿comenzamos ya?- Una voz femenina se oyó en el salón, cuando _____ volteó, se encontró ni más ni menos que con Lila Pitts, la "hija" de La Encargada. Se veía un poco más joven que como ella la había visto en la serie originalmente, así que supuso que pasaría bastante tiempo allí en la comisión.

—Mierda...- Susurró _____.- Estoy jodida.

—Nos vamos a divertir.- Lila sonrió, maniática.

3 años después.
•_____ Díaz•

Supe que no sería fácil, y nunca lo fue.

Trabajé como burra para la comisión por tres años, y tres años fueron suficientes para darme cuenta de toda la mierda que pasó Cinco.

Me encargaron demasiadas misiones, como el atentado de las Torres Gemelas, el atentado del maratón en Boston. Participé en asegurarme de que asesinaran al presidente Lincoln y tuve la oportunidad de asesinar a Hitler, pero escapó a Argentina justo antes de que pudiera disparar ya que me atraparon unos alemanes. Lila tuvo que sacarme de allí ya que me torturaron por tres días seguidos.

Justo ahora me encontraba leyendo una carpeta de que me dió Dorothy sobre el asesinato de Kennedy, pero justo en ese momento llegó Lila a mi pequeña oficina, con una botella de vino detrás de ella. Cerró la puerta y se acercó a mi.

—Logre robarla de la oficina de mamá, eso sí que es una victoria.— Río levemente mientras dejo la carpeta en mi escritorio y saco dos copas escondidas en uno de los cajones de mi escritorio, acercándome a ella. Lila se sentó en mi escritorio y abrió la botella.— ¿Sigues con eso del caso de Kennedy? Dios, es como la quinta vez que te veo leyéndolo. ¿Tan obsesionada estas con eso?— Dice ella mientras derrama vino en mi copa, y luego el la suya.

—No lo entenderías...

—Dices eso siempre, pero nunca me dices mas allá. Eres una chica muy rara.— Sonrió y bebo de mi copa.

Hace 1 año dejé de preocuparme por si era menor de edad para beber o fumar. La ansiedad de recordar todas esas personas a las que asesino todos los días es demasiada y la única forma de sentir un leve alivio es a travez de esto. Y sinceramente a la comisión o La Encargada les importa un comino, mientras siguiera ejecutando las misiones que me encargaban.

Era muy buena con el francotirador y disparos a corta distancia, pero el combate cuerpo a cuerpo se me dificultaba, algo en lo que Lila era una experta, por eso éramos equipo. Nos cubríamos la espalda.

Eramos demasiado contrarias, Lila era demasiado sádica a la hora de ejecutar misiones, pero en cambio, yo, me tomaba muy en serio mis misiones y no me dejaba llevar por la adrenalina.

—¡Hey! ¡_____! ¡Despierta!— Me gritó Lila.— Te perdiste en el tiempo de nuevo.

—Lo siento, estaba pensando.

—Siempre piensas.— Ruedo los ojos por su comentario.— Como sea, hay que celebrar.— Lila alzó su copa y la tomó de un solo trago.

—¿Celebrar qué?—Pregunto curiosa.

—Ya se cumplen 3 años oficialmente desde que llegaste.— Lila ríe.— Dios, aún recuerdo la paliza que te di el primer día que entrenaste.