Cap 11

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Cuando la dopamina en su sistema disminuyó solo dejó paso a lo que menos quería a la realidad.
Estaba hecho un desastre entre las mantas, con sus mejillas rojas y su cabeza hecha un lío.

Beso a su jefe, por dios beso a Dorian, no más importante que eso este le correspondió el beso con tanta desesperación, que asume que no es el único que lo esperaba con ansias.

Le gusta Dorian y le gusta el a Dorian, lo sabía, pero. . . ¿Que se supone que haga ahora?, podría actuar como un idiota hormonal sin raciocinio y declarársele ahora mismo o ¿que?, no entendía como seguir y eso le frustraba.

Después de ese beso, ¿su relación cambiará?, duda que Dorian sea más dulce de lo que ya es pero, ¿y si este finje demencia?.

No, eso lo duda.

Es decir Dorian hasta acepto su idiotez de preguntar que opina de los niños, como si el le estuviera diciendo ya a futuro que quiere un hijo de ambos . . .dios eso suena tan lindo, Megumi tendría un hermanito.

Volvió a dar vueltas en la cama sin poder dormir por sobre pensar, sus cabello estaba hecho un nido de pájaros más no quitaba su sonrisa ante la loca idea de un bebé de Dorian y el.

Cuando sus dudas de "enamorado" perdieron peso en su cociente algo peor surgió a flote, sus dudas de hombre que piensa solo con la cabeza de abajo y que gran cabeza tenía Dorian abajo.

Por que el no era tonto, aun recordaba perfectamente el cuerpo de Dorian recién salido de la ducha, siendo cubierto por esa molesta bata.

Aunque debía admitir que no le cubría mucho, la parte del pecho dejaba ver perfectamente como las gotas de agua que caían de su cabello bajaban por las clavículas de este hasta perderse entre su pecho, si no hubiera tenido su lengua ocupada con los dedos del oji azul, le hubiera encantado atrapar cada gota.

Su lejanía con Lestrange era mínima, sus cuerpos estaban casi rosándose entre si y los dulces elogios del más alto eran estúpidos sin pena frente a su cara, el deseo que viejo en esos ojos tan magnéticos no podía sacárselo de su cabeza.

Así como tampoco lo que su mano roso por accidente, ese gemido casi como gruñido que escapo de la boca de Dorian lo había estremecido y si ese era su tamaño dormido, cuando este despierto seria una lanza.

Toji dirigió su mano con cuidado hasta su vientre bajo a donde el creía que Dorian podría llegar y se estremeció.

Una corriente eléctrica lo golpeó haciendo cosquillar su miembro con intensidad, la idea de ser fallado por Dorian lo estaba excitando, algo malo teniendo en cuenta que son las 2 am y comparte cuarto con su pequeño Megumi.

Negó varias veces queriendo sacar esa idea de su mente sin lograrlo, se dio vuelta en la cama hasta quedar de costado para intentar dormir.

Lastima que sus pensamientos obscenos lo perseguirán hasta en sus pesadillas, solo le quedaría ignorar el dolor de su polla dura, por que ni muerto se frotara contra el colchón.

Dorian por su parte también sufría de insomnio pero no por sobre pensar, el estaba feliz con lo que paso ayer, el beso, el viaje en auto y esa hermosa sonrisa, estaba desvelándose por estar viendo una serie.

Si no lograba al menos terminar la temporada 2 esta noche no podría dormir, aunque debería hacerlo puesto que hoy sería un día ajetreado y debía llenarla demasiado papeleo antes de irse estados unidos.

Fushiguro mayor se despertó a las 6 am de mal humor y a el le siguió el pequeño Megumi que también estaba de mal humor por culpa del molesto ruido de la alarma, padre e hijo se miraron antes de suspirar ambos desganados, Gumi se paro en su cuna agarrándose de los barrotes moviéndose desenfrenado en busca de salir de su jaula de madera.

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