Capítulo 28

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—Muchas gracias por todo. —dijo Violeta empezando su discurso de agradecimiento.

—Este premio es gracias al apoyo y la unidad en nuestra empresa. Es para todos los empleados de Publicity Oliver, porque sin ellos nada de esto sería posible. Muchas gracias.

Una vez termino, Chiara la tomo y la dio un casto beso
enfrente de todos en el escenario; todo el público se puso de pie para aplaudirlas en su momento.

Tomó la mano de Violeta y se
colocaron tras bambalinas,
muchas personas las felicitaron
en su camino de regreso a sus
asientos, pero antes de llegar
alguien se interpuso en su
camino.

—¿Puedo felicitar a la bella dama por su premio? —Pregunto Martin.

—¡Martin!, ¿Qué haces aquí? —
Pregunto Violeta con una sonrisa
enorme.

—Soy un invitado, ser empresario tiene sus ventajas, entre ellas siempre ser invitado a este tipo de eventos. ¿Entonces? ¿Puedo darte un abrazo por tu premio?

—Claro que no idiota. — le dijo Chiara en broma.

—¡Oye! Deja a Violeta decidir. —
le dijo Martin de la misma forma.

Violeta río al verlos.

—Está bien - concedió Violeta
acercándose a Martin y abrazándolo mientras este le sacaba el dedo de en medio a su amiga.

—Al final, siempre me quedó con
la chica. —la dijo Martin a Chiara en broma mientras soltaba a Violeta.

-Es una lástima que en este caso
este casada y enamorada de mi
esposa. — le dijo Violeta con falsa pena.

—Es sólo un pequeño detalle
que se puede obviar. —exclamo
juguetón.

—Claro que no, te acercas a mi
esposa y me encargare de que tu
madre se entere de tus amoríos. — lo amenazo Chiara.

Martin simplemente se encogió los hombros y fingió un temblor.

—Mensaje entendido, si mi
madre llegara a conocer a uno
de los chicos con los que he
salido posiblemente me obligue a
casarme con el aunque no sea
de su agrado. —negó divertido
con la cabeza pensando en el lío
en que se encuentra metido. — Y
vosotras ¿A donde ibais?

—Nos dirigíamos hacia nuestros
asientos. —contesto Chiara.

Martin se despidió de la pareja y
ellas se encaminaron hacia sus
asientos.

Al terminar la ceremonia,
Chiara se llevó a Violeta rápidamente hacia su hogar, ella
estaba dispuesta a cumplir su
promesa.

Llevaba toda la noche
fantaseando quitarla ese vestido y lo haría lo más pronto posible.

Al subir al coche Chiara subió el
vidrio de división del vehículo
y antes de que Violeta adivinara sus intenciones ya se encontraba
recostada en el asiento con su
esposa sobre ella besándola como si el mundo se acabara en ese momento.

Violeta sentía que la cabeza le
daba vueltas. No podía pensar
con claridad, su corazón latía
desbocado y sus sentidos estaban
embriagados por el calor del
empuje de su lengua.

Cuando Violeta pensó que no podría más, Chiara dejo de besarla.

Con un gemido, deslizo su boca
por su cuello, hasta que la poso
en uno de sus pechos aun sobre la tela.

Al sentir el calor de su boca Violeta gimió sorprendida, volviéndose loca mientras las manos de Chiara la
acariciaban el cuerpo.

—Me encantan tus pechos. —gimio Chiara. —Este par me han
estado tentando desde que  salimos de casa.

Casada con mi jefa- 𝐊𝐈𝐕𝐈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora