Dorado©

7. Padres

Becca Jones

—¿Qué tal está la mismísima novia del escritor más famoso de todo el país?

Sonrío al encontrarme a Ruby en las escaleras de la Universidad. Ella me recibe pasando un brazo por encima de mis hombros en plan amigable de costado y nos adentramos al lugar.

—Te advierto, querida amiga, que estás en todas las bocas de la Universidad —anuncia Ruby mientras avanzamos por los pasillos.

Lo sospeché desde el momento que cruzamos la puerta y ya tenía una manada de miradas curiosas examinándome de pies a cabeza. Siento un leve ardor sobre mis acaloradas mejillas. Detesto ser el centro de atención.

—Creo que ya estoy bordó —murmuro.

Es claro que la noticia de que era la supuesta novia de Eren Hawkins se ha expandido por toda la Universidad. Muchos aquí valoran los libros de Eren, incluso aquellos que no estudian nada relacionado a la literatura juvenil.

No tuve clases durante tres días seguidos, así que todos aquí tienen atragantada la curiosidad desde que Eren ha publicado a sus historias una fotografía mía comiendo la galleta de Patrick. En el ambiente se siente mucha tensión y mis oídos alcanzan a capturar murmullos que claramente tratan sobre Eren y yo, lo que me inquieta demasiado.

—¡Pero si es Becca Jones! —dice Judith, apareciendo de la nada y uniéndose a nosotras—. Si me hubieran dicho al comenzar el año que por estas fechas nuestra amiga sería la novia de Eren Hawkins, el escritor más famoso y cotizado y su amor platónico desde que es una cría... le diría que me ofrezco a pagarle la primera consulta al manicomio más cercano.

Niego con la cabeza, divertida. Trato de ignorar la realidad, la cuál es que todo esto es una mentira por conveniencia.

Son mis amigas y estoy engañándolas descaradamente, pienso. Vale, a todos.

Evie no tarda en hacer acto de presencia junto a Jayde, evaporando ese sentimiento de culpa.

—No seré yo la que te juzgue, pero Becca, nunca sigues consejos, ¿cierto? —menciona Evie mientras se pone gloss en los labios con ayuda de un pequeño espejo de mano.

Para ellas la historia giraba entorno a mi poca dignidad. El cómo me había enamorado tontamente de un chico que me trató para la mierda cuando fui a entrevistarle. Vale, que de hecho pensé que no se lo creerían ni un poco, teniendo en cuenta mi horrible carácter cuando alguien se atreve a hablarme mal. Eren Hawkins, por más que mi corazoncito siga emocionándose siempre que lo ve, jamás sería la excepción.

—¡Déjala! —protesta Jayde con una sonrisa—. ¡Es como una historia de enemies to lovers! Él es un escritor y ella su lectora desde adolescente, que lo ama en secreto, pero él en realidad es un chico amargado y grosero. Sin embargo, el amor es más fuerte y cambiará solo para estar con ella.

Agrega un chillido que nos sobresalta a todas y hace que Evie se embarre con gloss la mejilla.

—Hija de... —masculla Evie.

—Perfecto, Jayde tiene la sinopsis —menciona Ruby—. Solo falta que alguien escriba el libro.

—Ja, ja —me burlo, sarcástica.

—Podría acostumbrarme a esto de tener una amiga famosa, eh —comenta Judith de la nada luego de percatarse de algo.

Ese algo es un grupillo de chicos (que en mi vida nos ha volteado a ver) mirándonos con sonrisas que presumían su obvio atractivo.

Ruby, Judith, Jayde y Evie (quien se quitó rápido el gloss embarrado de su mejilla y se arregló el cabello) se apresuran en saludarlos con la mano, mientras que yo solo pongo los ojos en blanco divertidamente.