El sol dorado descendía lentamente sobre los techos curvos de las casas de madera, mientras la brisa llevaba consigo el aroma de los cerezos en flor. En un tranquilo rincón de la provincia de Joseon, se preparaba una ceremonia que uniría a dos familias y sellaría destinos bajo los auspicios de los ancestros. En el patio del ancestral hogar, los invitados, vestidos con hanboks de colores vivos y elegantes túnicas, se reunían en círculo, expectantes. El sonido de la flauta tradicional se elevaba en el aire, marcando el comienzo de la procesión nupcial.
SeokJin estaba nervioso completamente nervioso, cuando era un cachorro hubiera imaginado su boda así memorable con un o una alfa que lo ame pero el día de hoy se casaba para salvar a su pueblo, sus padres y su reino.
— Es hora gran príncipe.— Primero avanzaron los pajes, con sus túnicas bordadas y sombreros puntiagudos, llevando ofrendas de frutas y flores al altar de los ancestros. Detrás de ellos, el omega apareció, envuelta en un hanbok de seda blanca, adornado con motivos de grullas y flores de loto. Su cabello castaño estaba recogido en un elaborado moño adornado con horquillas de jade, simbolizando pureza y elegancia. A su lado caminaba el alfa, ataviado con una chaqueta de seda azul y pantalones a juego, portando sobre sus hombros el peso de la responsabilidad familiar. Detrás de ellos, los padres y parientes más cercanos cerraban la procesión, sus rostros serenos reflejaban la solemnidad del momento. Sus padres estaban con caras largas lamentando que su hijo se vaya a casar con alguien que lo lastimó.
Al llegar al altar, los novios se arrodillaron en un gesto de respeto hacia los dioses y sus ancestros. El chamán, con su túnica colorida y su tocado de papel dorado, recitó antiguas invocaciones para bendecir la unión. Luego intercambiaron copas de vino de arroz, simbolizando la comunión de sus almas y el compromiso de apoyarse mutuamente en tiempos de prosperidad y adversidad. Con cada palabra pronunciada y cada gesto realizado, la boda se convirtió en un vínculo tangible entre el pasado y el presente, honrando las tradiciones que habían dado forma a sus vidas. Cuando el sol se ocultó completamente y la luna emergió en el cielo nocturno, los invitados celebraron con música y danzas, sabiendo que el amor había encontrado su lugar en el tejido del tiempo.
SeokJin sentía una mirada pesada en él, miraba a todos, una de las cosas que conformaban a SeokJin y por la que quería saber más sobre las sacerdotisas era porque sabía leer el alma y las auras muchos tenían la aura llena de felicidad, narcisismo y de más cosas sin embargo esta aura era bastante notoria enojada, furiosa por su presencia, SeokJin volteo a todos lados buscando hasta que la vio, era una mujer.
Y no cualquier mujer, era la reina, por sus vestimentas tan extravagantes, su peinado tan grande, SeokJin la miró como se acercaba a ellos por lo tanto al estar cerca de ellos está mostro respeto aun sin darle cierta confianza, se inclinó.
— Felicidades por su boda, por su unión, sobre todo por conseguir aún omega espectacular hijo.— esto lo último lo dijo con odio.
— Gracias madre.— SeokJin intentaba leerla pero era imposible como si no pensará, antes de poder retirarse la reina lo miró con superioridad fue entonces que la leyó.
Esta noche no dudará su felicidad, si mato a alguno de los dos entonces ya no habrá emperador, solamente seremos minju y yo en el trono, jaekhyun será rey.
SeokJin la miro seriamente, hablando con sinceridad y franqueza a él no le importaba si Jungkook moría envenenado o no pero esto también lo metia a él porque si Jungkook moria tendrían que casarse con su hermano menor el príncipe Jaekhyun y volver a pasar la humillación, SeokJin le sonrió con ternura.
— Muchas gracias reina madre.— habló SeokJin con dulzura, la reina se retiró.
Jungkook lo agarro de la cintura para llevarlo adentró del palacio SeokJin tuvo miedo él no quería consumar el matrimonio, no, no quería.
— Esta noche no consumaremos el matrimonio, esto es privado solamente seremos tu y yo, tus cosas ya están en el nuevo aposento, nuestro aposento.— SeokJin asintió para seguir al alfa.
— Mejestad…no tomé ningún líquido por el día de hoy.— el alfa lo miró un momento.
— Pensé que los poderes no se repetían, supongo que también leiste su mente.— SeokJin agarró la manga del traje del alfa.
— ¿Que le hicieron?, está bastante enojada, su corazón está lleno de odio de sed de venganza quiere matarte a ti y tu padre, ¿Realmente es tu madre? — SeokJin lo observó con determinación para saber algún aura pero no había nada, el alfa se arrodilló a la mesa que había en sus aposentos seguido de SeokJin.
— ¿No te has preguntado el porqué me llaman el bastado? — preguntó con sarcasmo, SeokJin alzó los brazos.
— ¿Tal vez porque eres agresivo y posesivo?, ¿O porque eres un bastado con todos?— Jungkook nego.
— No era a propósito, eso es lo que dice mi padre, ella y él estaban solos a ella le llego el celo, su celo era tan fuerte que había despertado al alfa de padre y entonces sucedió, padre la anudo dando a un embarazo fuera del matrimonio ella no era parte del harem ni era su esposa, fue entonces que nací, a eso se le llama un bastardo un hijo nacido fuera del matrimonio.
— Hay algo más.— SeokJin sabia analizar por lo tanto Jungkook se rio.
— Cuando nací todos me odiaban, me menosprecian todo lo que hacía parecía molestarla tuvo un hijo Changyun algo así, lo felicitaba por todo, si había hecho un tonto dibujo cuando a mi me los arrancaba y sangoloteaba, me pateaba solamente por ser el hijo del emperador, entonces pense que si mataba a changkyun todo seria diferente, les di miedo, y aunque ellos tuvieran hijo tras hijo yo iba por ellos.— SeokJin carcajeo.— ¿Que es tan chistoso?
— ¿Acaso hera se apodero de ti?.
— Que gracioso, hera tenía sus razones al igual que yo.
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Luna Roja | KookJin
Fanfiction╰┈➤ (+18) El emperador Jeon Jungkook se ha salido de control después de haber derrotado a tres reinos pues él quería más quería mas poder, quería a todos arrodillados pidiendo perdón por todas las veces que lo tacharon de bastardo. Por lo tanto su p...