Liam estaba feliz. Su viernes habia sido fabuloso. Primero, su maestra de literatura le habia felicitado por su excelente nota en él examen (10, por supuesto), luego, se entero de que su profesor de física no había podido venir, por lo que tuvieron dos maravillosas horas libres, y como si fuera poco, se había encontrado un billete de 20 libras en el suelo. Se sentía pleno y con suerte.
Tatareaba una canción mientras guardaba los libros que ya no iba a necesitar por el resto del día en su casillero. No creía que nada podría arruinarle su buen humor, claro, nada excepto el chico del día anterior. Como si fuera una cruel y vil broma del destino, lo vio venir caminando por el pasillo apestado de estudiantes, mientras hablaba con un chico castaño de ojos azules, y un poco más bajo que él. Y lo peor de todo era que venía directo hacía él.
Liam maldijo para sus adentros. Casi se habia olvidado de su encuentro con él en las duchas. Se habia sentido humillado por ese chico, y no tenía la menor intención de volver a cruzarse en su camino, ¿pero por qué tenía que ser tan malditamente sexy siendo tan gilipollas? Se lamento.
No tenía adonde ir, si corría, se arriesgaba a ser visto, si se quedaba, quizás iba a ser visto o quizás no. Ninguna de las dos opciones era muy preferible. Trato de esconderse lo mejor que pudo detrás de la puerta de su casillero, y fingió sacar y poner libros dentro de su mochila. Con suerte, el chico seguiría de largo, sin suerte, lo reconocería.
Como era de esperarse, ocurrió lo segundo. La puerta de su casillero fue cerrada de golpe, y se encontró cara a cara con el moreno. Se veía exactamente igual que ayer, excepto que su cabello negro estaba cuidadosamente peinado en un copete y vestía unos jeans negros con una chaqueta del mismo color. También noto que llevaba un par de botas de cordones negras, las cuales parecían ser tres números más grandes en contraste con su cuerpo huesudo. Parecía algo así como un motociclista de los 60.
"¡Hey! ¡Miren lo que tenemos por aquí!" Exclamó. "¡Mi acosador!"
Sonreía de manera picara, como si estuviera planeando mentalmente una maldad que hacer. "¿Qué tienes por aquí, eh?" Tomó su mochila de sus manos antes de que Liam pudiera siquiera reaccionar.
"¡Oye! ¡¿Qué crees que estás haciendo?!" Gruño molesto.
El moreno no pareció escucharlo o simplemente lo ignoró. "Libros, libros, oh. Lotería." Exclamó victorioso.
Liam no entendió a que se refería hasta que en su mano levanto un celular, su celular.
La sangre se le subió a la cabeza de pura ira. "¡Devuélvemelo!" Exigió Liam. Nadie se metía con algo tan personal para él, nadie. Trato de quitárselo pero el moreno fue más rápido, y en un simple movimiento le evadió con aparente facilidad, haciendo que Liam casi chocará contras los casilleros de metal de frente.
"¡Jajajaja! ¡¿Te gusta Crepúsculo?!" Le miró divertido mientras reía. "¡Eso es demasiado gay!"
Al parecer habia visto su fondo de pantalla de Edward Cullen, cosa que para Liam no tenía nada de malo pero al parecer para él sí. A su alrededor, varios chicos miraban la escena con diversión, otros con negación. Fuera como fuera, Liam se avergonzó profundamente ante todas las miradas.
"Devuélvele su teléfono." El chico de ojos azules que habia visto con anterioridad le pidió a su amigo. En todo ese tiempo Liam se habia olvidado de él.
La risa del moreno fue deteniéndose de poco a poco. "¿Porque? Mira, no le molesta." Le señalo con una mano.
"Solo dáselo." Le insistió. "Por favor. Ya te divertiste."
El moreno pareció pensarlo. Miro a su amigo y después a él. Lo fulmino con la mirada, como diciéndole: «otro día termino contigo» y le entregó su teléfono a regañadientes. Se volvió a girar hacia su amigo.
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Pink {Narry}
RomanceA Niall le gusta el rosa. A Harry el azul. A Niall le gustan las muñecas. A Harry los cochecitos de carrera. A Niall le gustan los chicos, a Harry las chicas. Niall Horan es el chico más burlado de su instituto. Es constantemente atormentado por s...