WINDY SPRING XVIII

CAPITULO 6

Seokjin tenía una amplia sonrisa en su rostro mientras entraba al trabajo al día siguiente. Taehyung tenía una manera de hacer que todo en su vida pareciera más brillante. Era una de las cualidades más hermosas de Taehyung. Estaba dejando sus cosas y se estaba quitando la chaqueta cuando el comisario salió de su oficina y se dirigió a la puerta principal.

—Seokjin, ven conmigo.

—Uh, está bien. —Seokjin volvió a ponerse la chaqueta y se apresuró a seguir al comisario. Una vez afuera, se subió al asiento del pasajero de la camioneta del comisario y se abrochó el cinturón de seguridad. —¿A dónde nos dirigimos?

—Finalmente pude localizar el lugar de residencia de Osaki Shotaro. Nos dirigimos hacia allí para informar a quien esté allí sobre lo que le sucedió.

Maldita sea. Seokjin odiaba este tipo de visita. No había nada más deprimente que informar a una familia que alguien a quien amaban no vendría a casa, incluso si era alguien que había sido sospechoso de un crimen.

—¿Tenemos algunos detalles sobre Shotaro? —Preguntó Seokjin.

—Casado y con un hijo.

Maldita sea.

—Según lo que hemos podido averiguar, Shotaro vivía con su esposa, su hija de cinco años y su padre. Se mudaron a la zona el año pasado. Son relativamente nuevos en Windy Spring, así que no sé mucho sobre ellos.

Seokjin no sabía nada de ellos. Se dio cuenta de que no conocía a todos en Windy Spring, aunque había vivido aquí desde siempre. Como oficial, había tenido la oportunidad de conocer a casi todo el mundo. Condujeron unos pocos kilómetros fuera de Windy Spring antes de llegar al camino de entrada de una antigua casa. La casa en sí no estaba en mal estado, pero la gran cantidad de vehículos oxidados y basura alrededor del lugar era asombrosa.

—¿Shotaro era mecánico o algo así?

—Creo que recogía basura—, respondió el comisario. —Electrodomésticos viejos y esas cosas. Probablemente los desarmaba y vendía las piezas. Por lo que tengo entendido, hay dinero en ese tipo de trabajo.

—Sí, pero... —Seokjin hizo una mueca. —No hace mucho por el paisaje.

—No en realidad no.

Eunwoo estacionó la camioneta en frente de la casa. Seokjin se bajó y volvió a mirar a su alrededor, buscando señales de vida. —Eunwoo. —Señaló hacia la puerta principal. Había una mancha de sangre cerca de la manija de la puerta. —Sangre.

Seokjin sacó su arma cuando el comisario lo hizo y luego lo siguió hasta la entrada. Se apoyó contra la pared y agarró la manija de la puerta. Cuando Eunwoo asintió, Seokjin giró la manija y abrió la puerta.

—Departamento del comisario—, gritó Eunwoo mientras entraba.

Seokjin lo siguió rápidamente al interior. Hizo un rápido escaneo del área de entrada antes de moverse hacia la sala de estar. No había nada que lo alertara de inmediato sobre los problemas, pero aun así no podía quitarse la molesta sensación de que algo andaba muy mal aquí.

—Revisa el resto de las habitaciones aquí abajo—, ordenó el comisario. — Buscaré arriba.

Seokjin asintió antes de entrar más en la casa. La pequeña oficina y el comedor estaban despejados, pero encontró algunas manchas de sangre en las paredes del pasillo. Lo que Seokjin encontró en la cocina podría quedarse con él por el resto de su vida. Seokjin tragó saliva antes de activar su enlace de comunicación.

—Comisario, estoy en la cocina. Es posible que desee bajar aquí.

—Tengo una especie de situación aquí, oficial. Quizás quieras venir aquí.