CAPITULO 10

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Seokjin no sabía qué lo había despertado. Escuchó por un momento, esperando escuchar algo, cualquier cosa. Miró al hombre que dormía junto a él. Taehyung tenía el ceño fruncido, había estado triste desde que las visitas se habían ido, y no importaba cuántas veces Seokjin lo preguntara, Taehyung insistió en que estaba bien. Solo que tenía que resolver algo en su cabeza. Seokjin sabía que a veces Taehyung necesitaba un poco más de tiempo para resolver las cosas, y siempre trataba de darle ese tiempo. Pero cuando su tristeza lo seguía hasta su sueño, llegaba el momento de ponerle fin.

Comenzó a estirar la mano para despertar a Taehyung cuando escuchó un fuerte estrépito en el pasillo. Rodó hacia un lado de la cama, metió la mano en la mesita de noche, agarró su arma, la cuál había dejado a mano debido a lo que pasó en el parque y salió corriendo del dormitorio. Seokjin pasó por la habitación de Linda justo cuando la escuchó gritar. Empujó la puerta para abrirla, rápidamente escaneó la habitación con la poca luz que se derramaba desde el pasillo. Linda estaba agachada en el borde de su cama, sosteniendo las mantas apretadas contra su cuello mientras miraba por la ventana.

—¡La ventana!

Seokjin captó el más mínimo destello de movimiento antes de que desapareciera. —¡Taehyung! —gritó tan fuerte como pudo. Corrió y recogió a Linda, con mantas y todo, luego salió corriendo de la habitación y regresó por el pasillo hasta su dormitorio.

Taehyung estaba de pie al final de la cama, frotándose los ojos. Se ensancharon cuando vio la pistola en la mano de Seokjin. —Seokjin, qué...

—Alguien estaba fuera de la habitación de Linda. Llama al comisario y quédense aquí hasta que yo venga por ustedes.

Seokjin no esperó a que Taehyung respondiera. Simplemente le entregó a Linda, se dio la vuelta y salió corriendo de la habitación. Estaba realmente contento de que él y Taehyung hubieran empezado a usar pantalones de pijama cuando se iban a la cama desde que Linda había llegado a sus vidas. No quería salir corriendo desnudo. Seokjin se movió rápidamente, pero con cautela, mientras se dirigía hacia afuera. Sostuvo su pistola con ambas manos mientras empujaba la puerta principal para abrirla y salía. Después de escanear el patio delantero, se movió por el costado de la casa. Trató de no pisar cualquier evidencia que pudiera haber. Seokjin hizo una inspección cuidadosa del resto del patio antes de regresar al frente de la casa. Llegó a la puerta principal justo cuando dos vehículos se detenían, sus luces rojas y azules destellaban intensamente en la oscuridad. Seokjin esperó hasta que el comisario, Yeonjun y Young salieran de los vehículos antes de abrir la puerta y hacerlos entrar a la casa.

—¿Seokjin? —gritó el comisario.

—Alguien intentó entrar en la habitación de Linda a través de la ventana.

—¡Maldita sea! —espetó el comisario. —Tengo que tomar tu declaración Seokjin, también llamaré al forense.

Seokjin siempre estaba un poco confundido porque un pueblo tan pequeño como Windy Spring tenía un equipo forense. Eso era algo de una gran ciudad, pero Eunwoo había insistido cuando asumió el puesto y el ayuntamiento había reservado el dinero para ello. Tenían un laboratorio y todo. Era algo genial.

—Alguien necesita ver a Goeun.

—Lo haré—, dijo Yeonjun mientras salía corriendo hacia la escalera que conducía al apartamento sobre el garaje.

—Necesito tu declaración, Seokjin—, dijo el comisario.

—Dame un segundo, Eunwoo. Necesito hacerle saber a Taehyung que todo está bien.

Eunwoo asintió. Seokjin corrió por el pasillo. Abrió la puerta del dormitorio y luego se detuvo. Taehyung tenía a Linda sentada en el suelo en un rincón, parcialmente oculta por la cómoda. Estaba parado frente a ella, con las manos apretadas como si estuviera preparado para luchar contra quien entrara por la puerta.

WINDY SPRING XVIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora