WINDY SPRING XVIII

CAPITULO 16

A Seokjin le costó levantar la mandíbula del suelo mientras veía a Taehyung desarmar sin ayuda al hombre que le había disparado. Taehyung ni siquiera tenía un arma. Sacudió al tipo hasta que su arma cayó al suelo, luego lo agarró. Seokjin se agachó y recogió su arma, que había dejado caer cuando le dispararon, y la volvió a guardar en su funda. No creía que sostener su arma en este momento fuera una buena idea. Se le entumecían los dedos y se aferraba a la herida sangrante del brazo.

—Taehyung, necesito que ates al Sr. Fukui hasta que llegue el comisario. Voy a necesitar tu ayuda.

Seokjin no pudo contener la risa mientras veía a Taehyung enrollar la cuerda alrededor del Sr. Fukui una y otra vez. No se limitó a atar al abogado. Lo ató desde el hombro hasta la cintura, con los brazos inmovilizados a los costados.

—Ponlo aquí contra la pared con los demás.

Taehyung levantó al abogado y lo dejó en el suelo junto al conductor. Se apartó y miró a las tres personas sentadas contra la pared. —El comisario Cha se va a enfadar mucho contigo.

El abogado y el conductor tuvieron la decencia de parecer avergonzados. La Sra. Osaki simplemente miró a Taehyung. Hizo que Seokjin quisiera acercarse y quitarle esa expresión de la cara. Seokjin frunció el ceño cuando escuchó un pitido. Miró a su alrededor, buscando la fuente. Su mirada cayó sobre una tablet negra en el suelo cerca de la puerta. Parecía la misma tablet que el Sr. Fukui había estado sosteniendo cuando Seokjin llegó a la granja.

Recogió la tablet del suelo y miró la pantalla. Había una luz roja parpadeante y se movía por la pantalla hacia otra luz roja parpadeante. También había un par de otras luces rojas en la pantalla. Cada uno de ellos tenía letras al lado. El que se movía por la pantalla decía CE. El fijo al que se movía que señalaba donde estaban decía BT. Otro fijo al parecer en la comisaria decía BS.

Seokjin estaba comenzando a ver un tema aquí, y estaba respondiendo muchas preguntas para él. Miró al Sr. Fukui. —Sabes que rastrear a los agentes policiales está en contra de la ley, ¿verdad?

Los ojos del Sr. Fukui se desviaron. —No sé de qué estás hablando.

—Taehyung, ve a buscarme una bolsa de plástico. —Sabía con certeza que las huellas dactilares de Fukui estaban en el dispositivo y también las suyas, pero quería asegurarse de que no aparecieran las huellas dactilares de nadie más antes de que se registrara como evidencia.

—Necesito detener la hemorragia, Seokjin—, dijo Taehyung mientras se detenía a su lado.

Seokjin le envió a Taehyung una pequeña sonrisa. —Estoy bien, bebé. Es apenas un rasguño.

—Si pero-

—Ve a buscar la bolsa y luego puedes atar algo alrededor. Necesito mis manos libres en caso de que estos tres comiencen algo más antes de que llegue el comisario.

Taehyung apretó los labios antes de asentir rápidamente y alejarse. Seokjin dirigió su atención a Kyu y Haruto. Se sorprendió al encontrar a Haruto mirándolo. Se puso en cuclillas junto al hombre.

—¿Cómo estás ahí, Haruto?

—Odio que me disparen.

Seokjin se rio entre dientes. —Sí, apesta, ¿no?

Los ojos de Haruto se posaron en los tres que estaban contra la pared. —¿Ella?

—Segura, tal como lo planeaste. —Y Seokjin estaría eternamente agradecido de que Haruto hubiera decidido convertir el sótano en un escondite para personas en peligro. Nunca imaginó que su Linda sería la primera en usarlo. Los sonidos de las sirenas que se acercaban a ellos era probablemente uno de los mejores sonidos que Seokjin había escuchado en todo el día. Sonrió a Haruto y lo palmeó. —Parece que ha llegado la caballería.