she is my only and eternal love. (seventeen's stuff)

Mingyu.

– aquí estoy solo me fui 5 segundos -volvió a la sala donde estaba su pequeña con rastros de lágrimas por sus mejillas rojas, se levantó en el sofá y se aferró a su papá como koala a una rama.- ¿que sucede cielo?

– no quiero que te vayas -la pequeña enterró su cabecita en el cuello de su papá y este la rodeo con sus brazos caminando a la cocina con ella así donde estaba haciendo el almuerzo para ambos.-

– pero solo fui a la cocina a checar la comida linda, no me iré a ningún lado y menos sin ti -con su niña colgada a él como pequeño koala empezó a mover el pollo frito que tanto su hija ama.- ¿algo te hizo poner así?

la pequeña negó y se aferró más a él con sus piernas y brazos, Mingyu no tenía ninguna queja sobre su comportamiento, la mayoría de las veces ella corría y jugaba por toda la casa mientras él hacía los quehaceres del hogar, pero específicamente ese día no quería jugar solo estar aferrada a su padre.

– ¿quieres comer en la sala mirando una película? -la pequeña asintió con la cara en su cuello, tomo un pequeño platito de Hello Kitty y coloco allí el pollo junto con una ensalada y su jugo.- linda necesitas soltarme unos segundos para colocar mi almuerzo en mi plato, te sentaré aquí en la cocina.

la niña negó y se aferró más fuerte a él, Mingyu sin entender la situación suspiró y asintió para después asentir.

– bien, pero necesitas comer y estando encima de mi no lo podrás hacer.

– me siento en tus piernas, fácil -por fin su hija sacó su rostro del cuello y él aprovechó para limpiar sus lágrimas y dejar muchos besitos en sus mejillas.- ¿podemos ver barbie?

– ¡claro! -Mingyu sonrió en grande y se llevo a la niña a la sala y se sentó con la comida y se dedicaron a ver un maratón de barbie.-

° ° ° °

– papi -la pequeña entró arrastrando su manta color rosa y un pequeño peluche de perrito en su otra mano, Mingyu se sento en la cama y sonrió.- ¿mancha y yo podemos dormir contigo?

– claro que si, ven preciosa -la pequeña no dudo en correr a la cama y con ayuda de su papá se subió a la cama para acostarse a su lado y acurrucarse en su pecho.

Mingyu no tenía idea del por qué de la actitud de su hija pero tampoco podía regañarla, era una pequeña que solamente quería estar con él y no soltarlo.

– te amo tanto preciosa -susurró mirando a su niña dormida con medio cuerpo encima de él, sonrió admirando el rostro parecido de su hija.- jamás me iré a ningún lado, siempre te llevaré conmigo.

dejó un pequeño beso en la frente de su hija para acomodarse mejor y dormir.