Camila Sánchez y Armando Aretas retas unidos desde que sus madres cayeron en prisión ambos siendo en polo a tierra del otro esa persona por la que podrías poner las manos al fuego.
esta historia se desarrolla cuando Armando decide por fin sacar a su...
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𝐈𝐈 𝐋𝐎𝐒𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐎𝐋
Pasaron varios días en que todos los noticieros informaban del atentado hacia el detective pero nada de eso importo hasta el día que anunciaron que se había salvado de la muerte.
Armando estuvo muy alterado toda la noche pues era obvio que Isabel tendría muchas cosas que decirle.
— Ey mirame — digo mientras tomo su brazo haciendo que pare de caminar de un lado al otro — tu no controlas eso, no fue tu culpa —
— ella me mandó a matarlo de último y no lo hice además el maldito queda vivo — habla con frustración.
Nuestra atención se centra en su celular que comienza a sonar y alcanzó a leer el Mamá en el nombre.
No paso ni un minuto cuando Armando volvió caminando hacia mi y golpeó una de las cajas que estaban en su camino.
— ¿Donde dijiste que estará? — habla refiriéndose al próximo de la lista.
Yo volteo la laptop dejando ver la información.
— en frente de la casa se encuentra un apartamento será pan comido — hablo levantando mis hombros en señal de lo fácil que parece ser.
dicho y hecho todo salió como pensábamos el tipo dio la fiesta en la piscina y una bala atravesó su cabeza.
Me encanta ver cómo Armando recupera la confianza en el de a poquito se que le afecta mucho sentirse impotente.
El siguiente fue el criminalística este fue mi trabajo un hombre un jate y unas chicas en vestidos de baño otro trabajo sencillo.
Las noticias continuaban lamentando la muerte del sujeto.
Siguiendo la lista el juez Judge león fue el siguiente en caer esta vez a manos de Armando.
Parecía tan irreal como en el día ambos asesinamos personas y al finalizar el día volvemos a ser dos personas jugando a las pequeñas miradas y sonrisas.
— ¿De que te ríes? — hablo con una sonrisa en mi rostro.
— de ti, quien pensaría que una chica tan linda seria tan peligrosa — habla mientras se arrecuesta en el sofá con su cabeza en mis piernas.
Suelto una pequeña risa ante su comentario.
— Recuerdas el día que los oficiales llegaron a casa y nos separaron? — pregunta Armando con la mirada perdida.
