Moscú, Rusia 15/10/1981
La tenue luz de la mañana roza mis ojos y por fin me despierto. Mi cuerpo se adapta a lo que ve a su alrededor, mi nueva habitación tenía un ventanal parecido al de mi otro hogar, no me gustaba levantarme con esa sensación, de constante extrañeza...
Mis pies tocan el frío suelo, me acerco a la ventana y corro aquellas cortinas dejando una reluciente luz naranja llenar mi rostro, el día era hermoso. Al menos el paisaje era lindo, colinas de distintos relieves y pinos a los lejos...
Envuelvo mi cuerpo sobre las cortinas y ladeo la cabeza viendo los pájaros de esa mañana, recordaba anoche, la recibida de su madre, la cena y el recorrido de aquella enorme casa de campo. Descubrí tantas cosas en una noche... un televisor donde podías ver dibujos de los cuales Alejandro me habló o la decenas de discos y canciones que nunca había oído...
-Michael... -. Decía por lo bajo, intentando recordar el nombre de aquel cantante, suspirando sin poder rememorar.
Cierro mis ojos e intento familiarizarme con el nuevo entorno.
Unos pasos delatan que alguien se acercaba, suavemente giro a la puerta en la esquina y la veo entrar...
Aquella mujer con una sonrisa contagiosa y sus cabellos como el sol me mira con una dulzura que nunca experimente.
-Август... // Augusto... -. Una voz que inspiraba paz había dicho mi nombre -El desayuno está listo... -.
︵‿︵‿୨ ୧‿︵‿︵
Todos sobre aquella mesa mostraban la bella familia que eran.
Nunca había visto gemelos en mi vida y siempre creí que era imposible diferenciarlos, pero... viéndolas a ellas me di cuenta lo distintas que eran.
Nikita era la que más hablaba, sobre todo, ya sea lo que soñó aquella noche o lo que quería comer ese día.
Luego estaba ella, Ksenia, era más tranquila, con un perfil bajo, escuchaba con cautela y contagia tranquilidad... igual que su madre.
-¿Entonces? ¿Qué dices? -.
Un silencio se forma en la mesa y me doy cuenta que me hablaban a mi. Nikita miraba con curiosidad.
-¿Sobre... que? -.
-Dar un paseo, ver lo que rodea nuestra casa -.
-... -.
︵‿︵‿୨ ୧‿︵‿︵
Los tres salimos afuera, sintiendo el frío envolvernos, según las noticias nevaria.
Ksenia bajó los peldaños y comenzó a caminar recto, siendo seguida por Nikita quien emocionada agarraba mi brazo. Un grito desde la casa hace que todos volteemos.
En un abrir y cerrar de ojos estábamos los dos solos, Nikita fue obligada a abrigarse por el frío y terminamos siendo Ksenia y yo.
-Entonces... que paso -. Dijo sin mirarme y con atención a las flores del camino.
-No... teniendo -. Dije por lo bajo, aun no tenía confianza y seguía pensando que todo estaba pasando muy rápido.
-¿Por qué no hablas? desde que llegaste no has dicho más que "gracias" y "donde está el baño" -. Desviaba la mirada con vergüenza, no había recibido un trato así nunca y es porque... -No eres el chico tan alegre y carismático del que mi padre hablaba cada rato... -. Es porque... nadie me ha tratado como alguien con sentimientos.
-Es que... -.
-Está bien... lo entiendo -. Por fin me dirige la mirada, encontrándome con aquellos ojos tan verdes como los pinos que nos rodeaban... unos bellos. -Ahora... ¿De quién escapaste? -.
Abrí mis ojos grandes ante tal atrevimiento, no sabia que responder... no sabía si realmente lo llamaría escapar... o si lo hice, no sabia de quien realmente...
-Es de ese hombre, ¿verdad? -. Ella se iba acercando a mi -Ese alto del que padre ha hablado siempre, de lo mucho que lo odiaba, por su culpa está lejos de nuestra familia, el te hizo algo, ¿cierto? -.
Sentía que cada palabra me ahoga más, no entendía, no lograba entenderme, y me preguntó por primera vez porque hui... no tenía a nadie, no sabia donde ir, era un simple niño.
-Es porque... ¿Quieres ser libre? -.
Nuestras miradas se cruzan y por primera vez desde que llegué conectamos como la gente lo hacía y me di cuenta que... ella me entendió. Libertad. Es... encontrarme conmigo mismo, construir una identidad y darme cuenta quien era verdaderamente en este infinito y escabroso mundo.
-¡Chicos, esperenme! -. Gritaba Nikita a lo lejos.
-Me parece que es eso... debiste haber pasado por mucho, Augusto -.
-¡Llegue! -. Nikita respiraba agitada mientras agarraba mi brazo
Yo seguía con la mirada perdida en sus ojos. Un sonrojo cruza por mi rostro, como un humano podía entender tanto a alguien, ¿Esto era parte de amar?. Ksenia lo había entendido todo...
︵‿︵‿୨ ୧‿︵‿︵

ESTÁS LEYENDO
Un Viejo Mundo Para Un País Nuevo
أدب تاريخي¿Qué harías si estuvieras desde que naciste encerrado con un hombre que te oculta del exterior? Escapar, obvio, es instinto querer vivir de otra manera, ver las cosas de otra manera, sentir las cosas... de otra manera. Argentina vivió con U.R.S.S d...