Mihawk no sabía como procesar los hechos, de un momento a otro estaba en su isla, caminando por el bosque y tratando de alejar todo tipo de sentimiento de indignación ante la declaración de Rosinante, si bien podía exigir una respuesta al gobierno y acabar con la mayor parte de sus flotas marinas no estaba del todo seguro si quería renunciar a su título como señor de la guerra.
Ama la paz efímera que tenía, quería disfrutarla, estaba bien con su soledad por el momento. Aún no quería enfrentar al mundo, estaba cansado, era mucho y poco de todo lo que tenia y no estaba dispuesto a mandar todo por un carajo solo porque al gobierno se le a ocurrido jugar a ser Dios. Eso no significaba que este feliz con los resultados. Se sentía tan inútil que por primera vez, después de muchos años, lágrimas traicioneras mojaron sus mejillas.
Era tan agotador todo lo que estaba viviendo que por un momento queria renunciar a todo y simplemente huir de todo, todo lo que no lo ataba a este mundo si no fuera por unos gritos desesperados, casi escalofriantes por las suplicas que gritaban a todo pulmón. Su corazón se apretó y con un tambaleó logro ir a la dirección de dónde venían tales gritos.
Y su corazón se rompió una vez que vió la escena a unos metros de distancia, sin siquiera pensarlo de un movimiento de su mano y con ayuda de haki logro que la espada de uno de los humandrill no lograra dañar a la pequeña niña que se aferra al cuerpo de su hermano.
Tuvo que acercarse más y amenazar con los ojos para que los humandrill lo dejaran solo con los niños, una vez que esta cerca no duda en ponerse a la altura de la niña, no cree ser capaz de ofrecer consuelo o pensar algo sensato al ver su estado y apariencia.
La niña, es muy parecida a Boa, Mihawk supone que es uno de los seraphim, se mira tan lastimada pero no tanto como los ojos que estan llenos de tristeza y desesperación y si mira abajo, por un momento siente que el aire no entra a sus pulmones, es casi imposible creer lo que sus ojos miran.
Tiene que tomar aire e ignorar todos los recuerdos que de golpe vienen a su cabeza, ignorar las cicatrices que cubren su cuerpo como las voces en su cabeza para solo concentrarse en los niños que el gobierno creo.
──¿Qué hacen aquí?── pregunta suavemente, intentando no mirarse intimidante y siente que falla una vez que escucha otro sollozo y una negatividad de la seraphim.
Quiere retroceder y llamar a alguien, alguien que pueda calmar a un niño, tal vez Akagami.... Sin embargo, el pensamiento es tan doloroso que no quiere hacerlo y por un momento las lágrimas quieren regresar por no ser lo suficientemente hogareño como otras personas que conoce y envidia.
──¡P-por favor, salva a mi hermanito!── al final la seraphim grita, Mihawk guarda silencio porqué su corazón deja de doler, no lo suficiente pero si lo necesario para tomar al pequeño niño entre sus brazos, teniendo mucho cuidado con las alas.
──Esta bien.
S-Snake se siente un poco aliviada cuando mira al humano cargar a su pequeño hermano para adentrarse al bosque, el camino es un poco largo y quiere rendirse, siente que el sueño le esta ganando como también el miedo por lo lúgubre que se ve el lugar sin embargo el mayor le toma de la mano.
No es necesario decir una palabra porque de alguna manera S-Snake se siente bien cuando siente el toque, la piel pálida no es cálida pero tampoco fría, aún así se siente un poco bien, porqué no es tipo de toque que sus creadores le daban, de ellos más era como un tirón con una fuerza que no se debe a dar a un niño pequeño. Gracias a eso, S-Hawk mayormente guardaba silencio, nunca decía palabras alguna si no era sumamente necesario.
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𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐄𝐒 𝐂𝐀Í𝐃𝐎𝐒 | 𝐎𝐍𝐄 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄
Fiksi PenggemarDos ángeles y un mortal. Dos niños y un adulto. Dos perdidos y un encontrado.