IV

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La explicación de Charles fue apresurada y atropellada.

—Necesito un pequeñísimo favor tuyo —Charles, ahora conocido con Scarlett Shadow, empezó a hablarle en tono confidencial.

—Charles, justo ahora no estás siendo tú, lo mismo, no puedo ayudar...

—Kitty Noir vendrá —Le interrumpió. Las palabras de Jean quedaron en el aire.

¿Su musa vendría?

—Ella y Lordbug —Continuó, sabiendo que había captado la atención del menor—, vendrán en busca de información sobre mí y necesito que los distraigas.

—Pero mentirles estaria muy mal...

—No les mentirás, sólo pondrás tus condiciones.

—¿Condiciones?

—Exacto —Caminó hasta su pupilo y puso una mano en su hombro—, imagina una cita con la heroína, es la oportunidad que tanto estabas esperando.

—P-pero, no puedo aprovecharme de la situación así, va a pensar que soy un oportunista...

—¿Prefieres darles la información y que ella se vaya feliz con el insecto?

—No, él no la merece, no la entiende.

—Entonces pídele una cita a cambio de la información y demuéstrale cuando la mereces —El villano sonreía, esperando la afirmación de su pupilo.

Poco a poco Jean asintió.

—De acuerdo, tienes razón, voy a demostrarle lo feliz que podríamos ser juntos.

En un abrir y cerrar de ojos Scarlett Shadow ya no estaba, unos golpecitos en la ventana lo hicieron reaccionar.

La abrió y a su estudio entraron los héroes de París.

Ahí estaba ella, incluso más hermosa de lo que la recordaba.

—Jean Clo, necesitamos tu ayuda —Lordbug fue el primero en hablar con urgencia. —Scarlett Shadow ha robado algo más que diseños... ha robado esperanzas y sueños. Tú eres la clave para detenerlo, necesitamos que nos digas todo lo que sabes.

Tragó saliva y miró a los héroes con una mezcla de determinación y nerviosismo. Su mirada fija en la gata negra.

—Les daré la información que necesitan— Comenzó a decir —. Pero a cambio, quiero... quiero una cita con Kitty Noir.

Kitty Noir frunció el ceño, su sorpresa evidente incluso detrás de la máscara.

—Eso está fuera de discusión— Replicó con firmeza —. No estoy aquí para citas, estoy aquí para salvar París.

El corazón de Jean dolió al escucharla.

Lordbug intervino, tratando de mediar en la situación.

—Jean, entiendo que estás pasando por un momento difícil, pero no podemos mezclar asuntos personales con nuestra misión.

¿Quién se creía que era ese insecto para darle órdenes?

El oji-gris se mantuvo firme, su mirada reflejaba la seriedad de su petición.

—Entiendo la gravedad de nuestra situación, pero no puedo negar lo que siento —Suspiró—. Kitty Noir, ¿aceptarías tener una cita conmigo?

Kitty Noir, parecía sorprendida por la insistencia del chico, los celos de Jean ardieron en su pecho al ver como ella volteaba buscando la aprobación de Lordbug para hablar.

—Jean, eres valiente y tu ayuda es invaluable. Pero mi corazón está en otra parte, dedicado a la protección de París.

"Y al insecto", pensó Jean.

—No puedo aceptar tu oferta de una cita romántica —Concluyó.

—Jean, la amistad entre nosotros es lo más valioso. Vamos a salvar París juntos, y eso es lo que más importa ahora —Hizo un considerable esfuerzo para no rodar los ojos ante las palabras del héroe.

Siguió firme en su posición, la determinación brillando en sus ojos.

—Lo siento, pero es lo único que pido a cambio de mi ayuda —Insistió y miró a su musa, suplicante.

"Por favor dí que sí..."

Kitty Noir, aunque reacia y sintiéndose presionada por la urgencia de la situación, finalmente cedió a la petición.

—Está bien, Jean. Aceptaré tu cita —Lo dijo con un tono de voz que no ocultaba su reluctancia lo que hizo que el castaño se sintiera un poco mal —. Pero debes entender que mi prioridad es París y su gente. Nada más.

Él asintió sin poder quitarle la mirada a la chica.

Lordbug observó el intercambio en silencio.

—Gracias, Kitty. Y gracias, Jean, por tu disposición a ayudar. Ahora, por favor, danos la información que necesitamos para detener a Scarlett Shadow.

Jean Clo, sin embargo, se dirigió a Kitty, ignorando al azabache.

—Te daré toda la información que necesitas, pero solo durante nuestra cita —Afirma, dejando en claro que no revelará nada antes de ese momento.

Kitty Noir, aunque claramente no estaba contenta con la situación, entiende la urgencia de la misión y asiente con resignación.

—Entendido, Jean. Asegúrate de que sea información valiosa, porque París no puede esperar —Pide mirándolo con seriedad.

Lordbug, a su lado, se mantiene en silencio, respetando la decisión de Kitty Noir y confiando en su juicio, pero con la firme intención de acompañarla y asegurarse de que la información obtenida sea utilizada para el bien de la ciudad.

Jean Clo, decide dejar claras algunas cosas, antes de que hayan malentendidos.

—Esta cita será solo entre tú y yo, Kitty. Lordbug no tiene cabida en esto —Dice con un tono que roza la arrogancia, mirando a Lordbug por encima de hombro.

Kitty Noir, sorprendida por la transformación de Jean, se siente incómoda pero mantiene su compostura.

—Jean, recuerda que esto es por París. No es un juego personal —Responde con una seriedad muy poco característica en ella.

Lordbug, aunque frustrado por la exclusión, confía en Kitty Noir y se mantiene firme en su compromiso con la misión. Ambos salen del lugar, acordando la cita para la noche siguiente.

Jean se queda en el estudio, su corazón latiendo fuertemente contra su pecho, tendría una cita con su musa y no estaba dispuesto a dejar que la oportunidad se perdiera.

Mi musa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora