VIERNES

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13:00 Horas

Ava pasó la noche en mi casa ya que Elias vendría a recogernos. El timbre sonó de repente.

Desperté de un salto. "No puede ser, ese debe ser Elias. Ava, despierta, nos quedamos dormidas."

Bajé rápidamente las escaleras para atender la puerta.

"Buenos días, amor."

"¿Por qué siguen en pijamas?" preguntó Elias.

"Pasa, se nos hizo un poquito tarde, pero ya tenemos las maletas. Solo es cuestión de quitarnos estas pijamas", dije saltando e intentándome poner un calcetín en un pie.

"O sea que ni siquiera han desayunado. Eso significa que tendremos que comprar algo en el camino", contestó Elias.

"Ya estoy lista, no se vayan sin mí", dijo Ava bajando rápidamente las escaleras.

"Pues ya estamos listas."

"Pero antes de irnos, ¿apagaron la estufa? ¿Cerraron con llave las puertas y ventanas? ¿Y desconectaron todos los electrodomésticos?"

"Sí, sí, ya vámonos", contestó Ava.

Digamos que Elias es algo meticuloso

Pusimos las butacas en el maletero y subimos al coche.

Emprendimos un largo viaje, el cual a Ava y a mí se nos hizo muy corto, pues nos dormimos todo el camino hasta llegar a la cabaña.

LA OUIJA : EL JUEGO PROHIBIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora