TREMENDA ADICCIÓN [SKK & SSKK +18]

06

Ryūnosuke había sido llevado a la casa orfanato en contra de su voluntad, como parte del plan de Chūya y Osamu.

Oda tenía a Natsu en sus brazos, el más pequeño de sus "huérfanos" que requería más atención. Ryūnosuke lo miraba curioso, por alguna razón le parecía familiar, pero no se atrevía a pronunciar palabra sobre el bebé.

—Me dijiste que aquí estaba Atsushi, ¿por qué no lo he visto?—. Cuestionó un poco molesto, buscándolo con la vista.

—Verás, Atsushi saldrá del hospital más tarde. Tuvo que ser operado de emergencia hace dos días, pero en unas horas lo verás.

—¿Él está bien? ¿Por qué no me avisaron?

—Tranquilo. Lo está. Ahora, si me disculpas, necesito hacer un mandado, ¿Podrías cuidar a los niños incluyendo a este pequeñín?

Oda le entregaba Natsu al azabache, quien ni siquiera se posicionaba para sujetarlo.

—Pero, yo no...

—¿Los cuidarás? Verás a Atsushi si te quedas aquí.

Ryū se sentía un poco nervioso al intentar tomar al niño en sus brazos. Sentía temblor, y unos recuerdos venían a su mente. Sentir a la pequeña criatura entre sus brazos y pecho lo ponía incluso más tenso.

—¿Estarás bien?

—Oda-san... yo... cuando tenía nueve años estuve en un terremoto, atrapado entre los escombros en una guardería. Mamá trabajaba ahí, y saliendo de la escuela iba con ella. Yo... cargué a una bebé para salvarla del peligro, huir con ella pero tenía tanto miedo que se me soltó de mis brazos, cayó al suelo y murió. No estoy seguro de poder mantenerlo con vida mientras regresas.

Se sumergía en sus traumas, sentándose lentamente en el suelo, temblando, pero sin soltar a Natsu. El bebé lloraba asustado, extrañando ya los brazos de Atsushi.

—Eres valiente y un jovencito muy fuerte, Akutagawa, sé que podrás. Debes confiar en tí. Los demás niños juegan con plastilina y cubos en la habitación, pero este pequeño Natsu sólo te tiene a tí, de momento. Volveré pronto.

Sin más, Odasaku abandonó la casa, dejando a un poco más tranquilo Ryūnosuke a cargo del bebé.

—¿Qué se supone que haga contigo? ¿Por qué siendo tan pequeño no tienes padres? Recientemente me quedé huérfano, pero soy mayor.

Natsu se quedó tranquilo, observándolo atentamente. De repente le sonreía, cosa que ponía un poco nervioso al azabache.

—Tienes bonitos ojos. Se parecen a los de mi novio.

♡♡♡

Mientras tanto, en el hospital...

La señora Sayako había llevado un recado al joven albino, con un encargue de enorme responsabilidad y algo sumamente inesperado.

—¿Quién es el señor Minagawa? ¿Y qué es Star Lining?

Sayako sonrió.

—Minagawa-san era mi tío, un hombre mayor que nunca se casó, ni tuvo una familia. Es el dueño de la compañía de electrónica, innovación e inteligencia artificial Star Lining, la más famosa y multimillonaria del mundo. Mi tío buscaba un sucesor joven para dirigir su compañía, pero como ves, yo no tengo la edad adecuada para hacerme cargo, por lo que te recomendé a él y...

—¡¡¿EHH?!! ¡P-Pero nunca he hecho algo así, no podría, yo no...!

—Mi tío dejó indicaciones antes de morir esta mañana. Cuando te recuperes, te mudarás a su mansión, leerás los manuales y te harás cargo de Star Lining. Todo te pertenece ahora, eres el nuevo CEO.

—¿YO? ¿Y Natsu? ¿Dónde está y con quién?

—Debe estar con su padre en este momento. Los chicos idearon un plan para que tu novio lo conociera. Estará bien, mientras te recuperas y vas adaptándote a tu nuevo trabajo, CEO de Star Lining Atsushi Nakajima-san. Desde hoy, dejas de ser un cajero en mi tienda, pero estaré para tí en todo lo que necesites.

Todo fue tan rápido, que Atsushi no tenía reacción alguna, estaba atónito, en silencio, procesando lentamente toda información.

—Entonces... ¿Bebé Natsu está con Akutagawa?

—Sí.

—¿Voy a dirigir esa enorme compañía?

—Sí.

—¿Me convertí en millonario?

—Sí.

—¿Viviré en una gran mansión?

—Sí. ¿Alguna otra pregunta?

—Sí, ¿qué se supone que debo hacer?

—Olvidar a tus padres y vivir tu vida al máximo.

♡♡♡

Mientras la pequeña del Soukoku dormía plácidamente en su habitación, sus padres se divertían como cuando estaban sólo ellos dos.

Dazai besaba cada parte del cuerpo del pelirrojo con mucha pasión. Daba alguna lamidas y dejaba pequeños mordiscos, ninguno profundo.

Se posicionaba sobre Chūya luego de estimularlo un poco, para ir entrando en él, usando la protección adecuada para evitar asuntos mayores.

—Sé gentil.

—Lo que tú digas, Chūya. Por cierto, ¿todo bien con Atsushi-kun?

—Akutagawa se reunió con Natsu, y Atsushi está siendo cuidado por su jefa del conbini.

—Perfecto.