𝐃𝐚𝐫𝐤 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐝𝐢𝐬𝐞 - 𝐊𝐢𝐦 𝐑𝐢 𝐀𝐧 [𝑯𝒊𝒆𝒓𝒂𝒓𝒄𝒉𝒚]

siete

Errores

Hye Jin

Mi fin de semana era muy agitado, debido al último mensaje que recibí. Me estaban observando, eso era claro. Sabían lo que hacía en todo momento y eso lo volvía más perturbador y me daba miedo.

Decidí reunirme con Woojin en un bar que solo poca gente conocía. Era exclusivo, no del tipo caro, sino del tipo al cual la gente asiste para tratar temas no muy legales o apegados a la ley. El ambiente era oscuro y discreto, con luces tenues y rincones apartados donde se podían tener conversaciones sin ser molestados.

Al llegar, vi a Woojin sentado en una mesa al fondo, con una expresión seria en el rostro, como siempre estaba vestido impecable, llevaba puesto un traje color cafe, con detalles bordados, si no me equivocaba a mano. Me acerqué y me senté frente a él, tratando de mantener la calma a pesar del nerviosismo que me invadía.

—Gracias por venir —dije, intentando sonar más tranquila de lo que me sentía.

—No hay problema, Hye Jin. —Woojin me miró con preocupación—. Cuéntame qué ha pasado.

Saqué mi teléfono y le mostré el último mensaje que había recibido. Woojin frunció el ceño mientras lo leía, su expresión se volvía cada vez más seria.

—Esto es más grave de lo que pensaba —dijo finalmente, devolviéndome el teléfono—. Están demasiado cerca, saben demasiado. Tenemos que tomar medidas más drásticas.

—¿Qué sugieres? —pregunté, sintiendo un nudo en el estómago.

—Primero, debes dejar de ver a Kang Ha. Es peligroso para ambos si siguen en contacto. Y segundo, necesitamos averiguar quién está detrás de estos mensajes. Tengo algunos contactos que pueden ayudarnos, pero necesitamos ser muy cuidadosos.

Suspiré, sintiendo el peso de las palabras de Woojin.

—El único problema no es ese —dije, con la voz un poco temblorosa—. También vi a Ri An. No hablé con él desde luego, solo lo veía a lo lejos.

La mirada de Woojin se endureció, reflejando una molestia que no intentó ocultar.

—Hye Jin, sabes que eso no ayuda en nada —respondió, su voz firme—. Ri An es parte del problema, y acercarte a él solo complica las cosas.

—Lo sé —dije, mirando hacia abajo—. Pero no pude evitarlo. Quería asegurarme de que estuviera bien después de todo lo que pasó.