diez

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Tormenta

Al llegar a su mansión, Hye Jin no podía ocultar la sonrisa que iluminaba su rostro. La noche anterior con Ri An había sido perfecta, llena de amor y sonrisas. Subió las escaleras hacia su habitación, sintiéndose más ligera y feliz que nunca, con una chispa en su corazón que no había sentido en mucho tiempo.

La mañana siguiente, Hye Jin despertó con el sol brillando a través de las cortinas. Su teléfono sonó y, al verlo, una sonrisa se dibujó en su rostro al ver el nombre de Ri An en la pantalla.

—Buenos días —dijo Ri An, su voz cálida y segura. —Tengo una sorpresa para ti. ¿Te gustaría almorzar conmigo en el jardín?

—¡Me encantaría! —respondió Hye Jin, emocionada. —¿Qué estás planeando?

—Solo confía en mí. Te espero a las ocho —dijo Ri An, con un tono coqueto, antes de colgar.

A las ocho en punto, Hye Jin se dirigió al jardín, encontrándose con una escena encantadora. Una mesa estaba elegantemente dispuesta con flores frescas y una variedad de platillos cuidadosamente preparados. Ri An la esperaba, con una sonrisa que reflejaba el amor que sentía por ella.

—Espero que tengas hambre —dijo Ri An, guiándola hasta la mesa.

Hye Jin se sentó, observando con curiosidad los platos. Había ensaladas frescas, sándwiches ligeros, y una selección de frutas, entre las cuales destacaban los mangos, su favorita. Ri An se había asegurado de incluir todo lo que a ella le gustaba, evitando cuidadosamente el café que Hye Jin detestaba, y en su lugar, había preparado una tetera con su té favorito.

—Todo esto se ve increíble. —dijo Hye Jin, emocionada.

—Sé que has pasado por mucho, así que quiero despejar tu mente —respondió Ri An, sirviendo té en una taza para Hye Jin.

—Eres increíble, Ri An. No sé cómo he tenido tanta suerte de encontrarte —dijo Hye Jin, tomando un sorbo de té y sonriendo.

—Quiero hacerte feliz, siempre —dijo Ri An, tomando su mano y entrelazando sus dedos con los de ella.

Ri An tomó un trozo de mango y lo acercó a los labios de Hye Jin con una sonrisa coqueta.

—Abre la boca —dijo, mientras la miraba con intensidad.

Hye Jin sonrió y obedeció, saboreando el dulce mango mientras Ri An la observaba con adoración.

—Este es el mejor almuerzo que he tenido —dijo Hye Jin, sonriendo. —No solo por la comida, sino por ti.

—Y esto es solo el principio—respondió Ri An, inclinándose para besarla suavemente.

Después de terminar el almuerzo, Ri An y Hye Jin se quedaron un rato más en el jardín, disfrutando de la brisa suave y del ambiente tranquilo. La compañía de Ri An era reconfortante y Hye Jin se sentía más segura y amada que nunca. Sin embargo, no podía dejar de pensar en Kang Ha y en las sospechas que tenía sobre él.

Finalmente, Hye Jin tomó aire y decidió hablar.

—Gracias por este almuerzo. Realmente significó mucho para mí —dijo, acariciando su mano.

—Siempre quiero hacerte feliz, Hye Jin —respondió Ri An, besando su mano suavemente.

—Hoy... tengo que hacer algo importante. Pasaré el día con Kang Ha —dijo Hye Jin, observando la reacción de Ri An. —Necesito averiguar más sobre él, confirmar mis sospechas.

𝐃𝐚𝐫𝐤 𝐏𝐚𝐫𝐚𝐝𝐢𝐬𝐞 - 𝐊𝐢𝐦 𝐑𝐢 𝐀𝐧 [𝑯𝒊𝒆𝒓𝒂𝒓𝒄𝒉𝒚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora